Existe un chiste clásico sobre el valor real de los MBAs que dice así:
"¿Cuántas personas con un MBA necesitas para cambiar una bombilla?
Una sola: la sujeta con firmeza, mientras el universo gira a su alrededor."
Más allá del humor, esta broma encierra una reflexión profunda sobre el mundo profesional. Tener un MBA (o cualquier formación académica avanzada) es sin duda un logro valioso. Sin embargo, en la práctica diaria, lo que realmente marca la diferencia no es solo el conocimiento técnico o teórico, sino la actitud, la adaptabilidad y la capacidad de trabajar con otros.
En un entorno donde el cambio es la única constante, aferrarse a una única manera de hacer las cosas, esperando que el universo se acomode a nosotros, puede ser una receta para la frustración. El verdadero liderazgo no consiste en esperar que el mundo gire a nuestro favor, sino en moverse, evolucionar y crecer junto a él.
Un MBA o similar te pone a prueba para formarte, pero en tu carrera profesional debes demostrar muchas otras habilidades como esfuerzo, sacrificio, resiliencia, persistencia y actitud para poder triunfar en un mundo que al final pone a todo el mundo en su sitio.
Por cierto, añadir que las siglas MBA significan "Master of Business Administration", que se traduce al español como "Maestría en Administración de Empresas" o "Máster en Administración de Empresas". Es un título de posgrado que se centra en la gestión y administración empresarial, preparando a los estudiantes para roles de liderazgo y dirección.
Tweet

No hay comentarios:
Publicar un comentario