sábado, julio 05, 2025

Oslo we the North Project 9 #Oslo #Noruega #viaje #project #proyecto #turismo #WeTheNorth

 Este es el post de continuación del post Oslo we the North Project 8 en Emeshing.com

De nuevo nos despertamos temprano, esta vez sin frío gracias a la amable recepcionista del hotel que me mandó una estufa eléctrica a la habitación... ahora que leéis esto con la ola de calor que estamos sufriendo en Barcelona, pero la verdad es que dormí toda la noche con la estufa encendida.

Después de ducharnos y vestirnos, fuimos de nuevo a por el copioso desayuno del bufet libre del hotel. Ya me he vuelto addicto a las tortillas al gusto. Si ayer me pedí una tortilla con todo, hoy pedí una tartilla más trdicional de jamón y queso. Como la que hago a mis hijos, pero siempre sabe mejor que te la hagan al momento 👌 El desayuno copioso con vistas es lo mejor para empezar el día, aunque el cielo lluvioso hoy no acompañe.

Después de lavarnos los dientes y vestirnos de deporte nos fuimos a la estación de esquí o torre / trampolín de saltos de esquí de Holmenkollen con una panorámica increible de la ciudad de Oslo. Fuimos allí para disfrutar con una serie de actividades con descarga de adrenalina asegurada.

En primer lugar, subimos hasta o alto de la torre del trampolín o rampa de saltos de Holmenkollen que en invierno con ucha nieve se utiliza para las competiciones oficiales de saltos de esquí, deporte muy importante y de gran tradición en Noruega, pero que en verano se utiliza para otro tipo de actividades como las que vamos a disfrutar hoy.


En lo alto de la torre nos dispusimos a abrocharnos un complejo arnés y un casco azul, lo que indicaba que íbamos a tirarnos por una impresionante tirolina que allí llamaban zipwire o zipline. Después nos pesaron en una báscula, y de allí directamente a la rampa de lanzamiento. Bajampos Adriana y yo a la vez, a gran velocidad y disfrutando de las espectaculares vista. En un asantiamén, apenas en 10 segundos descargamos adrenalina a tope, pero nada comparado a lo que ibamos a realizar a continuación.


Al llegar al final del trampolín de Holmenkollen nos sacamos el arnés y andamos de nuevo hasta el edificio donde se encuentra el museo que pudimos visitar, mientras esperábamos realizar la siguiente actividad. El Holmenkollen Ski Museum & Tower es uno de los lugares más emblemáticos de Oslo, situado en la base del famoso trampolín de salto de esquí Holmenkollbakken. Fundado en 1923, es el museo de esquí más antiguo del mundo y ofrece un recorrido fascinante por más de 4 000 años de historia del esquí, desde grabados rupestres y esquís vikingos hasta el equipamiento moderno utilizado por exploradores como Nansen y Amundsen. El museo también incluye exposiciones interactivas, trajes de esquí reales usados por la familia real noruega y simuladores que permiten experimentar la sensación de un salto de esquí. 

Luego volvimos a por la segunda actividad llamada abseiling o rápel que requiere más mentalización y decisión. Ya antes del ascensor, mientras qe nos abrochábamos un nuevo arnés y un casco naranja, estuve hablando con un empleado y explicándole que no veía nada claro hacer esta actividad. Él me aseguró que estaba todo bajo control, que no obligaban a nadie, pero que estaba seguro que íbamos a disfrutar si podíamos superar el muro y miedo inicial, y así fue. 

Subimos con el ascensor con los arnés ya abrochados hasta arriba a de la torre de los satos de ski, y en lugar de ir hacia la parte frontal, nos fuimos hacia atrás, con que la caída se veía caída libre. Una vez arriba otro hombre de la organización nos dio instrucciones y de nuevo y de forma más vehemente nos aseguró que todo era un tema mental. Una cuerda doble pasa por el mosquetón doble, así que las instrucciones que nos dio fue básicamente que con nuestra mano buena debíamos ir estirando de arriba a bajo, mientras que la izquierda mejor tenerla agarrada al mismo arnés. para ir bajando por la cuerda en este abseiling ó rápel desde lo alto del trampolín de Holmenkollen. Fue tan bueno el ejercicio de mentalización que nos hizo el hombre que tanto Adriana como yo mismo decidimos tirarnos. La bajada fue una pasada, muy recomendable, y mucho más sencillo de lo que me pensaba. Sólo dar un tip, trata de mantener la cabeza erguida por encima del enganche del mosquetón, para así dominar la posición en lugar de quedar tirado hacia atrás.

Luego nos fuimos a comer a base de ensaladas muy curiosas supongo que al estilo noruego con un poco de todo, una cerveza, y un café, mientras iba notando el bajon de la adrenalina en el cuerpo que me pedía siesta. Así que aprovechamos para ir a descansar al hotel, para reponer fuerzas.

Luego nos fuimos bien vestidos para ir a cenar en uno de los barcos que sirven la cena a base de pica pica mientras recorre el fiordo. El barco era enorme tipo catamarán y con una especie de moqueta muy inglesa, poco apta desde mi punto de vista para comidas de este tipo. Encima, la segunda vez que me levanté para picar algo nos tropezamos con una chica que se le cayó lo que llevaba y la liamos un poco parda aunque rápidamente vinieron a limpiarlo.


Se puso a llover, así qie las opciones de cenar al aire libre se complicaban, así que disfrutamos de las estancias con sofás del catamarán mientras comíamos y bebíamos con buena música. El pica pica fue a base de pequeños platitos y envases de productos noruegos entre ellos el famoso salmón noruego.

Para finalizar el día nos fuimos a tomar unas cervezas en un bar tipo irlandés, aunque el irlandés estaba justo al lado, en el que pudimos acabar bien la jornada. Al final todos a dormi al hotel... 

Hasta aquí la novena entrega de mis crónicas en Oslo (Norway). Si queréis cotinuar os recomiendo el post Oslo we the North Project 10 en Emeshing.com


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