Con el buen sabor de la experiencia inolvidable de dar de comer a los elefantes y después ducharlos, fuimos nosotros mismos los que nos duchamos y cambiamos de la ropa que nos habían suministrado. Y de allí tomamos rumbo a Chiang Mai.
De camino paramos en el Wat Phra That Doi Suthep, uno de los santuarios más importantes y venerados del norte de Tailandia, ubicado en la montaña Doi Suthep, a las afueras de Chiang Mai. Fundado en el siglo XIV, este templo budista es famoso por su impresionante estupa dorada (chedi), que según la tradición alberga una reliquia sagrada de Buda. Además de su valor espiritual, ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad de Chiang Mai y sus alrededores, lo que lo convierte en un lugar de peregrinación tanto religiosa como turística. La ornamentación detallada, los techos decorados y los guardianes mitológicos que lo custodian hacen de Wat Phra That Doi Suthep un emblema del arte y la devoción tailandesa.
Desde lo alto del templo Wat Phra That Doi Suthep, a lo alto de la montaña, había un mirador con unas vistas increibles de la ciudad de Chiang Mai, muy conocida por su recinto histórico amurallado en forma cuadrada. Y es que Chiang Mai, es una ciudad antigua está rodeada por un cuadrado de murallas y un foso que datan del siglo XIII, desde cuando se fundó como capital del Reino Lanna. Dentro de este cuadrado se concentran muchos de los templos más importantes, como el Wat Phra Singh o el Wat Chedi Luang, además de mercados, casas tradicionales y calles estrechas con mucho encanto.
Cuando llegamos con la van, pudimos hacer el check-in en la casa en el recuadro del centro histórico de Chian May sin problemas. Pero justo cuando la señora de la casa se fue, empezó a sonar una especie de alarma, así que tuve que volver a contactar con ella. Se ve que el SAI se había disparado por algún problema con la electricidad en la zona. Así que vino y pudimos arreglarlo, básicamente baypassando el SAI que protegía televisor y frigorífico.
Después de repartirnos las habitaciones y arreglarnos un poco pusimos rumbo al centro histórico que parecía un tanto tranquilo. Conseguimos localizar como una especie de mercado nocturno donde cenamos en el night-market del centro de Chian Mai, a base de yozas, salchichas, 7 Eleven cervezas y hamburguesas.
Ahora a dormir, que mañana de nuevo nos pondermos en marcha para recorrer más puntos de interés en esta Tailandia que no nos deja de sorprender a bien tanto a nivel de paisajes, monumentos y sobretodo la comida y su gente.
Las crónicas de Emeshing por Tailandia continuarán mañana en el post Asia White Lotus Trip 20 de Emeshing.com
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