Llevaba unos días buscando un hueco para cortarme el pelo, pues ya empezaba a llevar unos "chavos", unas greñas bastante incómodas. Hoy he encontrado este tiempo y me he dirigido a mi peluquera habitual.
Aunque las agendas de todas las chicas estaban completas, me han encontrado un hueco para que mi peluquera habitual pudiera cortarme el pelo. Normalmente hablamos de viajes, de fiestas o de trabajo. Pero en cambio esta vez ha sido diferente.
Por nuestras conversaciones, yo me pensaba que esta chica era una nerd, es decir nada tecnóloga. Ella misma me reconocía que casi no sabía manejar el ordenador, y que Internet poca cosa. Pues bien hoy me ha sorprendido confesándose jugadora casi adicta de World of Warcraft. Incluso paga religiosamente los 12€ mensuales para poder progresar su personaje al que tiene dentro de una especie de hermandad.
Me he quedado muy sorprendido, y le he confesado que tenía la imagen de que los adictos a este juego eran unos frikies. Aunque tengo que añadir que todos somos unos frikies en algo, y en ningún modo lo digo de forma despectiva.
Pero digo lo de frikie porque vi un reportaje, en el que un montón de gente hacía cola a las doce de la noche ante un FNAC para comprar la extensión de World of Warcraft. Iban entrevistando a la gente de la cola, y uno dijo que pensaba invertir 15 horas diarias en jugar on-line. Entonces el entrevistador le aconsejaba que mirara de sondarse para evitarse ir al baño ni a la cocina.
La conversación ha seguido entonces por los típicos derroteros de futuros viajes, futuros planes, mucho trabajo....
Por cierto, la cantidad de chicas por metro cuadrado era increible, e incluso ella misma me ha dicho que muchas veces la peluquería parece una despedida de soltera. Pues bien, cuando me estaba lavando el pelo he soñado un poco y me he visto en la despedida de soltera y yo era el boy...
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