lunes, noviembre 24, 2025

Quotes sobre el poder de un nombre y la magia de escuchar (leídas en "Cómo ganar amigos e influir sobre las personas" by Dale Carnegie)

A continuación una serie de quotes y consejos sobre el poder de un nombre y la magia de escuchar, extraídas del libro que leí titulado "Cómo ganar amigos e influir sobre las personas" by Dale Carnegie:

Ralph Waldo Emerson decía que «los buenos modales están hechos de pequeños sacrificios». Uno de esos sacrificios, a primera vista mínimo pero de enorme impacto, es recordar el nombre de las personas y usarlo en el momento adecuado.

Dale Carnegie lo explicó magistralmente en Cómo ganar amigos e influir sobre las personas: «Recuerde que, para la persona que lo lleva, su nombre es el sonido más dulce e importante en cualquier idioma».

Cuando pronunciamos correctamente el nombre de alguien, no estamos repitiendo una palabra más; estamos reconociendo su identidad, reforzando el vínculo y enviando un mensaje silencioso: “me importas, te valoro”.

Pensarlo por un instante: ¿Cómo te sientes cuando alguien recuerda tu nombre después de un solo encuentro?

¿Y cómo cambia la percepción si, por el contrario, te llaman por un nombre equivocado o no hacen esfuerzo alguno por recordarlo?

La diferencia emocional es abismal. Y en entornos profesionales: reuniones, entrevistas, negociaciones o incluso conversaciones informales de networking. Puede marcar la frontera entre ser alguien más o ser alguien memorable.

Pero Carnegie no se quedó ahí. Otra de sus reglas de oro es: “Sea un buen oyente. Anime a los demás a que hablen de sí mismos.”

En una época donde todos queremos ser escuchados y donde la atención es un recurso escaso, saber escuchar con interés genuino se convierte en una ventaja competitiva. Al igual que recordar un nombre, escuchar de verdad requiere atención, paciencia y dejar a un lado, por un momento, nuestro propio protagonismo.

Un pequeño truco práctico que da Dale Carneggie en su libro:

Usa el nombre de la persona al inicio de la conversación para establecer cercanía.

Escucha con atención sin interrumpir, y retoma fragmentos de lo que te dicen para demostrar que has entendido.

Cierra el intercambio con una referencia personal, reforzando la sensación de conexión.

Son gestos pequeños, sí. Pero como decía Emerson, los buenos modales se construyen con esos pequeños sacrificios. Y el resultado es enorme: confianza, respeto, influencia positiva.

En definitiva, recordar un nombre y escuchar de verdad no son sólo cortesías sociales: son herramientas poderosas para construir relaciones auténticas y duraderas.


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