HoneyMoon 40: London - Barcelona

El vuelo a London desde Los Angeles también se hizo pesado, aunque el piloto dijera que llegaríamos un cuarto de hora antes del horario previsto. Sólo dos cosas positivas que destacar: la comida de Air New Zealand es mucho más buena que la servida por Air Tahiti Nui, y que el espacio entre asientos era mayor gracias al tamaño del avión Boeing 747-400.

Al llegar a Londres parecía que ya estuviéramos en casa, ya que estábamos en Europa. Al llegar a la terminal 1 del Aeropuerto de London Heathrow empezamos a ver las colas para el control del pasaporte, de huella dactilar y de retina. Por suerte, nosotros sólo estábamos en tránsito, así que cogimos un autobús que conectaba la Terminal 1 con la Terminal 3 de Heathrow... vaya el mismo recorrido que a la ida pero a la inversa.

En la terminal 3 sí que nos esperaba el control de equipaje de mano para el vuelo que nos llevaría a casa. En este control también tuvimos que sacar el portátil de la funda, además de tener que sacar de la bolsa cualquier PDA, PSP o teléfono. Lo que no tuvimos que sacarnos fue los zapatos, e incluso se lo pregunté a la segurata para estar seguros y me dijo que no.

Una vez superado el control nos sentamos en uno de los numerosos bares de la terminal 1 para beber un agua con gas yo, y una Pepsi Light Adriana. Para estirar las piernas estuvimos dando un voltio por las increibles tiendas y representación de grandes almacenes que hay en el mismo aeropuerto: Harrod's, Bulgary, Tiffany's&co, Paul Smith, ... joder cuanta pasta se gasta la gente cuando tiene tiempo entre dos vuelos!!!

Después de la espera de X horas, ya he perdido la cuenta, apareció por fin que podíamos empezar a pasar por la puerta 24 de la T1 de Heathrow. Desde allí vimos como se preparaban las jardineras que nos llevarían al avión... parece que desde que en Barcelona no tenemos casi jardineras, las tengo que coger todas en otros aeropuertos.

El vuelo de Barcelona-London de British Airways estaba lleno, así que teníamos un invitado en nuestra fila de butacas de 3 y 3. El hombre que tenía una pinta inglés que no se la podía sacar de encima, sólo subir se puso a dormir y no lo dejó de hacer en todo el vuelo. Yo también aproveché para dormir un rato, con tan mala suerte que siempre pillo el sueño profundo cuando ya toca marcharse del avión....

Por fin salimos del avión y tocamos tierra, ya estábamos en casa después de esta inolvidable luna de miel. El control de pasajeros me pareció irrisorio en comparación con los controles de Londres, pero sobretodo el de Los Angeles.

En la recogida de maletas temíamos lo peor, no en vano las habíamos facturado hacía un porrón de horas desde Papeete (Polynesia Francesa), vía Los Angeles, vía London hasta Barcelona. A Los Angeles seguro que habían llegado porque hicimos el re-check baggage, pero de allí perdimos la pista. Pues sí, en seguida salieron nuestras maletas y salimos por la T1 del Aeropuerto de Barcelona El Prat, donde nos esperaban nuestras famílias que hacía casi un mes que no nos veían...

Pero antes de salir, justo en la última puerta del Aeropuerto de Barcelona El Prat, un Guardia Civil me preguntó de dónde venís justo antes de salir por la puerta del aeropuerto. Le expliqué que de Papeete, Los Angeles, Londres y que estabamos agotados... y me dijo muy bien (circulen!)

Aunque la vuelta ha sido un poco o bastante pesada, la verdad es que el viaje ha merecido mucho la pena. Se trata de la mejor Luna de Miel que hemos pedido tener Adriana y yo. Y lo mejor del mundo ha sido la compañía de las distintas parejas con las que hemos coincidido, pero sobretodo sobretodo de mi querida Adriana. Te quiero!!!

Espero que os hayan gustado mis crónicas de las aventuras de HoneyMoon de Adriana y Emeshing.
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