Este post es la continuación de Roma Connection (7/10)
Esta mañana nos levantamos temprano para ir sí o sí a la Plaza de San Pedro del Vaticano. La cantidad de gente que iba a la Piazza San Pietro era importante y eso que era temprano, pero la cola ya era guapa, nada que ver no obstante con la cola que había al salir.
Lo que hay en la Basílica de San Pedro del Vaticano es más que ostentoso, pero también hay esculturas excepcionalmente bonitas como La Piedad de Miguel Angel.
También es destacable el baldaquín de Bernini, que recuerdo haber estudiado en el cole.
Aunque allí no me explicaron que para construirlo se habían cargado el techo de una iglesia, concretamente las tejas de bronce dorado del Panteón, después de que el Papa Urbano II permitiera que Bernini las fundiera para el baldaquín sobre el altar mayor de la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Una de las curiosidades de esta inmensa Basílica de San Pedro es que no es la más grande del mundo, ya que está en Yamusukio (Costa de Marfil), y que las que van por detrás tienen su placa en el suelo de la basílica marcando su longitud respecto al largo de la cruz griega.
Al salir tratamos de visitar el museo del Vaticano para poder ver la Capilla Sixtina también de Miguel Angel, pero al ser 1 de Mayo el museo estaba cerrado... qué putado, hacen un horario muy VIP en el que incluso cierran los domingos y otras fiestas...
Así que nos tomamos un helado en Old Bridge al lado de la Piazza del Resorgimento. No le darías dos duros a la heladería desde fuera, pero como estaba recomendada fuimos, y la verdad es que se allí hacen unos deliciosos helados. Me tomé un helado de 2€ de chocolate y stracciatella, increiblemente bueno!
Andando cruzamos el río Tiber a la altura del Castello de San Angelo, y después de un breve alto en el camino, seguimos para disfrutar de una terraza en la Piazza Navona atiborrada de gente.
Mientras hacíamos una cervecita al módico precio de 9€, nos dedicamos a escribir algunas postales que enviaríamos a la mañana siguiente por 0,65€ cada sello.
Al levantarnos nos fuimos hasta un restaurante recomendado en la guía para reservar mesa. El restaurante Da Francesco, que se encuentra en las inmediaciones de la Piazza Navona estaba lleno de gente de la zona que disfrutaba del sol y de su buena cocina. Nosotros comimos pasta, spaghetti y fettuccini, pizza, y de postre tiramisú y panacotta caseros.
Como en Da Francesco no hacían café, y uno/a de nosotros es muy adicto al café, salimos en busca de una cafetería chula. Pero todas las terrazas estaba atiborradas, cuanto guiri! Así que hemos acabado en la heladería Giolitti, en la que ya estuvimos ayer, pero sin la gente que hoy hacía una cola inmensa para comprar un ticket y así conseguir un helado.
Para finalizar el día fuimos a la Piazza Navona para cenar, donde nos recomendaban un vino bastante malo, así que lo cambiamos por un Gewurztraminer italiano. Luego salimos a tomar algo a un lugar fashion.
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