lunes, mayo 11, 2009

Roma Connection (9/10)

Viene del post Roma Connection (8/10)

Después de dos intentos fallidos para visitar el Museo Vaticano y la Capilla Sixtina, este era uno de los objetivos de hoy. El otro era volver a Barcelona...

Desayunamos en un bar cercano un cornetto (croissant) con crema o sin junto con un caffe latte, y realizamos el check-out en el hotel. Dejamos las maletas en recepción, y nos dirigimos al Museo Vaticano.

Para llegar hasta el Vaticano fuimos en metro de Marconi a Termini por la línea B-azul, y luego transbordo a la línea A-roja para ir en dirección Battistini hasta Ottaviano San Pietro. Por cierto, están construyendo la línea C-verde, que ya era hora ya que diría que hace 20 años sólo habían estas dos líneas de metro.

Las colas en el Museo Vaticano son de órdago, totalmente increíbles. Así que Adriana y yo nos pusimos a hacer cola, mientras que George y Martuka iban a ver lo larga que era la cola, mucho peor que en Port Aventura, serpenteantes y que parecen infinitas.


Nos llamaron para que dejáramos la cola y fuéramos, y es que se habían colado a media cola. Aíun así tardamos casi dos horas en entrar, con lo que nos deberíamos haber ahorrado otras dos horas. Y es que dan preferencia a los grupos organizados que colan por delante de la cola de la pleve...

Al final conseguimos entrar, pero entonces hay que comprar una entrada al módico precio de 14€ por persona y día. La visita al museo Vaticano a toda leche y con aglomeraciones ha sido fatal. Que si la Pinacoteca, que si la Stanza de Raffaello, y lo que todo el mundo quiere ver: la Capilla Sixtina de Michelangelo.

La Capella Sixtina estaba repleta de gente, y aunque se trata de una capilla de silencio nada. Incluso había un segurata con muy mala leche pidiendo silencio de malas maneras y prohibiendo que la gente hiciera fotos. Pero con tanta gente era difícil de controlar, con lo que la gente iba haciendo fotos y seguía hablando.

Aunque no se podían hacer fotos, conseguí por Internet un par de imágenes significativas de la Capilla Sixtina. La primera es el Juicio Final y la segunda la Creación de Adán:


Al salir del Museo del Vaticano, fuimos directos a comer, bajando por una escaleras hasta la pizzería de colores amarillos estridentes que hay en la esquina.

Esta vez no acerté con el plato de pasta, mientras que mis compañeros de viaje acertaron con las pizzas. Lo mejor del stio fueron los postres, con lo que pedí unas fresas con nata.

Después de comer cogimos la línea A (la roja) de Ottaviano a Piazza Spagna para hacer las últimas compras. Por cierto, hoy nos tocó pagar 1€ cada vez que pillábamos el metro, aunque con el autobús es otra cosa. Después de 20 años Roma no ha cambiado: nadie paga en el bus, bueno quizá un pasajero por autobús.

La salida del metro en Piazza Spagna ha sido más que complicada, pues en que estaba lloviedo y la cantidad de gente que se agolpaba era difícil salir por el pasillo de la boca del metro hasta la calle.

Finalmente hicimos las compras en los alrededores de la Plaza España romana, y de allí nos fimos andando de nuevo hasta Piazza Venezia por la Via del Corso, para coger el autobús que nos llevara al hotel.
Continúa leyendo en el post Roma Connection (10/10)

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