Nos habíamos quedado en el bus 170 de Piazza Venezia hasta el hotel para recoger el equipaje. Mientras esperábamos al taxi que pedimos en recepción, hicimos el último café espresso machiato en Roma.
El taxi no era tal, sino que era un monovolúmen Fiat, en plan alquiler con conductor, que nos llevaría al aeropuerto de Ciampino A diferencia del taxi de la ida, el conductor era muy callado y nos ha llevado por carreteras secundarias por las catacumbas de Santa Domitilla (entre otras).
Al llegar al Aeropuerto de Ciampino y ver los coches aparcados a ambos lados de la carretera me acordñe de cuando en el aeropuerto de Girona-Costra Brava se podía hacer lo mismo.Pero de unos años para aquí, el Aeroport de Girona ha mejorado y modernizado sus instalaciones, sus accesos y también sus parkings. Con estos cambios también se prohibió el "can pixa" en cuanto al aparcamiento.
Como íbamos muy bien de tiempo, recorrimos todas las pocas tiendas del aeropuerto. Luego vimos que en el control de equipajes de Ciampino había un segurata toca-huevos que sólo dejaba 1 sólo bulto o maleta por pasajero. Así que ya nos vés a todos recolocando las bolsas de mano, bolsos y otras bolsas en la maleta principal antes de pasar el control.
En cambio el control en el arco de metales no era nada, te sacas todo de los bolsillos y el cinturón y ya está. Pero no nos controlaron nada ni de líquidos, cremas, jabones u otras ostias.
Nos comimos unos bocattas y unas bebidas antes de hacer la cola para el embarque del vuelo de Ryanair Roma - Barcelona, que en realidad es Ciampino - Girona. Esta vez no ha habido retrasos, incluso creo que salíamos antes de tiempo.
La putada fue cuando, después de entregar la tarjeta de embarque, que imprimí en casa el día antes de partir, junto al DNI, nos encontramos a una azafata pequeñita y con mala leche que no te dejaba subir al autobús jardinera con más de 1 bulto. Yo había comprado Limoncello, con lo que llevaba una bolsa de souvenir del dutty free además de la maleta, así que ya nos vés en plena pista rehaciendo las maletas. Es totalmente absurdo!!!
Hasta aquí las crónicas del viaje Roma Connection en las que me lo he pasado genial. Emeshing escribiendo este post desde el avión Boeing 737-800 de Ryanair Roma (Ciampino) a Barcelona (Girona - Costa Brava).
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