Nos habíamos quedado en la cola de embarcar, y el avión se retrasaba. Seguramente el motivo era el retraso en el vuelo anterior, ya que las compañías de lowcost como Ryanair aprovechan los aviones todo el tiempo y los tienen en tierra el mínimo imprescindible.
De golpe y porrazo en nuestra puerta 3 apareció el cartel de London, en lugar del de Roma Ciampino, y la gente empezó a revolotear. Pero nada, era una pequeña equivocación del que controlaba los paneles, ya que al final aunque con retraso conseguimos embarcar en el Airbus justo después que bajaran los pasajeros del anterior vuelo.
Conseguimos sentarnos en la puerta de emergencia, así que anchos de piernas empezamos el vuelo. Justo antes de despegar tuvimos que esperar que aterrizara otro avión cruzándose por delante.
El vuelo de Girona - Ciampino fue de apenas hora y 10 minutos, y los de Ryanair no paran de ofrecer por megafonía que si comida, bebida, loterías, perfumes... unos pesados de cuidado que convierten el avión en un mercadillo.
El aeropuerto de Ciampino es enanísimo, pero no encontrábamos el sitio de recogida del Roma Pass. Resulta que el garito estaba en la zona de recogida de equipajes, así que tuve que convencer al segurata que me dejara pasar para recoger los 4 Roma Pass que habíamos comprado on-line. Le tuve que insistir, pero al final me dejó pasar, eso sí sin maleta.
Los 4 integrantes del Roma Connection salimos del Aeroporto di Roma-Ciampino y nos subimos a un taxi. Después de tener las maletas ubicadas en el maletero del taxi y de estar sentados dentro, el taxista va y nos dice que todo por 50€. El rollo que nos vendía es que el hotel no estaba en el centro, sino en las afueras, fuera de la muralla... Aunque creíamos que era un poco timo, al final hemos aceptado para que nos llevara al hotel. El tío al final hasta nos ha caído bien explicando que también le gustaba el Barça, incluso llevaba un llavero y un mechero del Barça.
El bar del hotel, así como las habitaciones eran chulas, así que la recomendación de Telva a través de Martuka fue buena. El hombre de la recepción del hotel sabía castellano, y estuvimos charlando con él. Incluso nos quería reservar una mesa para ver el Barça-Chelsea de esa noche.
Salimos del hotel con la intención de comer algo y reconocer la ciudad de Roma, pero justo al salir se puso a diluviar. Así que dimos media vuelta (en suspensión) y nos volvimos al hotel a comer un sandwitch acompañado por la cerzeza típica italiana, concretamente la birra Nostra Azzurro.
Sigue leyendo en el post Roma Connection (3/10)
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2 comentarios:
Horrible el mercadillo Ryanair. Con lo de los billetes de loteria es cuando ya me quiero bajar del avion. Automaticamente me acuerdo de Iberia y me vuelvo a quedar.
Tienes razón Asane, se trata de un mercadillo para aprovechar a los pasajeros hasta e l último momento.
Lo bueno del caso es que los billetes son más baratos imposible...
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