viernes, abril 17, 2009

Pasando la frontera

Se ha convertido casi en un ritual. Cada vez que vamos a pasar unos días a Puigcerdà, cae una visita a Andorra. Las chicas no perdonan esa visita para ir de compras. Así pues o George o yo mismo agarramos el coche hasta La Seu d’Urgell y de allí nos vamos hacia Andorra.

A la ida, en el paso fronterizo de España a Andorra ni la Policía española ni la andorrana dicen ni mu. El control visual es casi inexistente, y de esta forma casi no hay retenciones en los accesos.

Encontrar aparcamiento en Andorra La Vella es otra historia. La zona azul ya hace años que está por todo el centro, así que la mejor opción es dirigirse a uno de los parkings que por un muy buen precio (nada que ver a los parkings de Barcelona) te guardan el coche hasta la noche.

Esta vez los accesos a los parkings estaban con el cartel rojo de COMPLET, es decir completo. Pero te debes colocar a la altura de la máquina expendedora de tickets y esperar pacientemente que el cartel pase a LLIURE (libre) y justo en ese momento sale el ticket que te permite entrar en el parking.

La calle principal de Andorra La Vella está llena de tiendas de ropa que pertenecen a Via Moda. La verdad es que están muy bien las tiendas, aunque puede que salgas arruinado después de ver tanta ropa chula.

La salida de Andorra también es otro ritual en el que primero hay que llenar el depósito de gasolina con los precions andorranos, y luego pasar por el Punt de Trobada. Se trata de unos grandes almacenes dedicados a la comida que tiene gran variedad de productos a precios competitivos. Esta vez nos pasamos en la factura…

Una vez colocadas todas las bolsas de comida, botellas, tabaco, ropa y demás en el maletero del coche nos dirigimos a la frontera de Andorra a España. Allí siempre se encuentran retenciones, aunque esta vez había menos de lo normal.

Hacen pasar todos los coches por un solo carril, y de allí unos Guardia Civiles te van indicando si puedes pasar o debes pasar el control. Lo normal es que no nos paren, pero esta vez me hicieron parar. Y abrí el maletero del coche repleto de un montón de bolsas a la vista…

Cuando vino el Guardia Civil me preguntó: “¿Algo que declarar?”
Yo le respondí: “No, un par de botellas de Martín (se veían), un par de botellas de vino, un par de cartones de tabaco…”
El Guardia Civil me preguntó: ”¿Un par son dos?” Y se fue directo a una de las bolsas donde había uno de los cartones de tabaco.
Yo le respondí que sí, y vi que en esa bolsa sólo había un cartón de Marlboro.
El Guardia Civil, al ver que llevábamos más que nada comida me dijo: “Puede continuar”.

Así que nos fuimos, y yo seguía preguntándome “¿Un par son dos? Pues claro que sí… jejeje

1 comentario:

Anónimo dijo...

Emeshing em sembla que els banys de llo tb es convertiran en tradició... a partir d'ara em sembla que tampoc els perdonarem... estic desitjan tornar-hi. Petons