jueves, noviembre 08, 2007

Incidente inesperado jugando a futbol

No se trata de la segunda parte del libro "Incidente inesperado del perro a medianoche" (ver post crítica de este libro en Emeshing Blog), ni de un Incidente inesperado a medianoche que me ocurrió hace un mes en mi casa. Ahora os cuento el Incidente inesperado jugando a futbol:

Estábamos jugando a futbol en un campo de césped artificial dentro de la Liga que acostumbro a jugar entre semana. Ibamos ganando 6-5 después de remontar en distintas ocasiones, y a las que pude marcar un gol des de fuera del área.

Quedaban poco más de 2 minutos para finalizar el partido, cuando en un contraataque del equipo rival una pelota en profundidad llego a pies de uno de sus delanteros que, al intentar controlar se trastavilló y acabó cayendo de espaldas justo para darse un fuerte golpe en la cabeza contra una valla de acero.

Me acerqué inmediatamente porque algo me decía que el golpe había sido más fuerte de lo que aparentaba. El fuerte golpe en la cabeza<7b> le provocó al tío una aparatosa hemorragia, y al llevarse las manos a la cabeza sus manos se bañaron en sangre.

Todos los jugadores se iban acercando para preocuparse por el estado del jugador, y yo reaccioné de la siguiente forma. Me fui a nuestro banquillo, donde sabía que habían varios teléfonos móviles encendidos de guardia. No vayais a pensar que hay médicos, sino es que todos somos informáticos.

Cogí el primer móvil que localicé entre las sudaderas, y llamé al 112: teléfono de emergencias. Expliqué la situación a la operadora, indicándole que se trataba de un fuerte golpe de un chaval de unos 30 años jugando a futbol y le indiqué la ubicación y el nombre del Polideportivo. Entonces me transfirió con las el servicio de urgencias médicas y expliqué de nuevo el incidente a la operadora.

Yo quería que viniera una ambulancia y que un médico se mirara el golpe en la cabeza del chaval, que por cierto conozco desde hace más de un año. Me indicó que enviaban una ambulancia pero que me pasaban con un doctor. Fue una doctora a que se puso al teléfono, y me pregunto la edad, si había perdido el conocimiento: no, sólo se había mareado en prinera instancia.

Unos 20 minutos tardó en llegar la ambulancia. Me dediqué a sacar una cadena de la valla para que llegara la ambulancia hasta la puerta del campo de futbol. Allí un joven y una mujer atendieron al afectado. Despues de limpiarle la herida y ver su estado, decidieron llevárselo a una mutua cercana para limpiarle más en profundidad la herida y hacerle algunos puntos.

No sé si mi reacción fue la correcta, creo que sí, pero es curioso como es difícil saber reaccionar bien y a tiempo en estas situaciones inesperadas y críticas.

4 comentarios:

Lauok dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Jafuda Cresques dijo...

¡Muy bien hecho, Emeshing!
Lo que me sorprende es que la ambulancia tardara 20 minutos en llegar, puedo entender que haya una demora para evaluar si realmente hace falta una asistencia de este tipo, pero de aqui a esperar tanto rato... En fin. Por lo menos no vienen con RENFE, ¿no?

Javi dijo...

Lo lamentable es que en un polideportivo, con varios campos de futbol y una piscina y no tengan un miserable botiquin en condiciones y un médico porque estos incidentes están a la orden del día. Por suerte, parece que no fue a mayores 6 puntitos y para casa.

Las vallas aquellas están puestas con muy mala leche!

La reacción fue la acertada, muy bien emeshing!

emeshing dijo...

La verdad es que me asusté cuando ví la ostia que se pegó.

Reaccioné lo más rápido y mejor que sé, aunque creo que todos nos quedamos un poco helados y asustados.

Hoy he visto los puntos que le hicieron, con una parte de pelo rapado en la abeza para poder coser, y el peazo de raja que se le quedó en la cabeza: 6 puntos para cerrarla son muchos puntos...

Por suerte el chaval está recuperado, y curiosamente en lugar de dolerle la cabeza del fuerte golpe, le duele el tobillo que se le dobló y que le ocasionó la caída.