Pasta a mansalva

En Andorra el deporte oficial es el shopping, es decir las compras. Aunque es un pais que no forma parte de la Union Europea, su moneda es el Euro, puesto que tiene mucha relación con España y con Francia. Por cierto los idiomas oficiales de Andorra son el Catalan y el Frances.

Bueno a lo que ibamos, todo el mundo que va a Andorra dedica buena parte del tiempo a pasear por las calles más comerciales de Andorra La Vella. Una de las calles más importantes en cuanto a comercios se refiere es la Avinguda Meritxell, donde se agolpan perfumerías, tiendas de ropa, bazares de electrónica entre otros.

En uno de estos bazares, vi que una chica le pedía al dependiente si tenían Apple iPhone. Entonces saca rápidamente la primera caja de iPhone que he visto en mi vida en primera persona. La chica pregunta no se que, el dependiente le dice que acaban de llegar i abre la caja. La chica dice que se sorprende de verlos y que lo quiere: 699 euros libre. Me arrepiento de no haberle pedido a mi hermana que me trajera uno de Los Angeles por 400 dolares... Luego lo he visto en otra tienda andorrana por 649 Euros.

Pues no eran los único con pasta a mansalva, por que lo siguiente lo he visto en una de las tiendas Via Moda de Andorra. Estaba haciendo cola en la caja para comprarme unos pantalones, cuando le llega el turno a la pareja con hija que tenía justo delante. Habían comprado la ostia de cosas, y habían dos dependientas como locas doblando la ropa y metiéndola en bolsas.

Pero el momento estelar ha sido cuando tenían que pagar. La dependienta no le ha dicho el precio total, sino que se ha limitado a girar la pantalla del ordenador y mostrarle el precio. Entonces, no sé muy bien de donde la pareja ha empezado a sacar billetes... Una passada! He visto dos biletes de 500 Euros y inconables biletes de 50 que la dependienta ha ido comprobando uno a uno. Al final han pedido que les guardaran las bolsas hasta la noche que las vendrían a buscar, y así poder seguir comprando sin ir cargados.

Ha venido en el encargado y todo para que el cliente quedara tranquilo. Justo cuando salía el hombre, y la mujer y la niña ya estaban fuera, ha visto una cazadora de piel que le ha gustado, se ha dirigdo al mostrador, que aún no se había recuperado de la cola que habían formado, y le ha dado a la dependienta la chaqueta en plan: "luego te la pago".

Bueno yo no tengo pasta a mansalva, ojalá, pero también me he gastado pasta en Andorra aunque no tanta como en los dos otros casos que os he contado en este post. Más que nada porque me he cambiado las ruedas, mucho más baratas que en Barcelona, y me han hecho el cambio en poco más de una hora. Ya es mi tercer juego de ruedas, después de algo más de 130.000 kilómetros.
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