Para visitar Roturua empezamos con una visita a una de las parejas protegidas del animal símbolo de Nueva Zelanda: el kiwi. Se trata de un ave que no vuela, que al verla te recuerda a la fruta pero mucho más grande, y con un pico largo que tiene la peculiaridad única en el mundo que tiene el olfato en la punta del pico. La pareja se dejó ver, y parecía que iban a copular en ese momento ya que el macho la intentaba pillar por banda. El kiwi es una animal muy curioso que duerme 20 horas al día, y la hembra pone de media 3 huevos al año, aún con su dificultad. Y es que otra de sus peculiaridades es que el kiwi pone el huevo más grande del mundo en comparación con su cuerpo...
A continuación hicimos un recorrido a los geisers en el que vimos las actividades volcánicas que aún permanecen en la zona, creando pequeñas terrazas de silicio. Es muy curioso ver la cantidad de humo que desprenden estas zonas de actividad volcánica. Se ve que hace unos años habían unas bonitas terrazas de silicio creadas de forma natural, parecidas a las que hay en Turquía, pero la última erupción volcánica se las cargó.
También nos enseñaron otras de las prácticas maorís, en concreto la talla de madera con el que realizaban sus símbolos y los ponían en las entradas de los templos y de las casas maorís. La verdad es que son curiosas las esculturas que vamos viendo, y que según nos comentaron tratan de explicar historias y leyendas de generación en generación debido a que el pueblo maorí carecía de escritura cuando fue descubierta Nueva Zelanda por los europeos.
Para acabar de conocer la cultura maorí, fuimos a un espectáculo de danza maorí. Primero disfrutamos de la danza, pero luego tuvimos que ponernos en el escenario (voluntariamente...). Las chicas con Adriana incluida subieron al escenario y les enseñaron a bailar como lo hacen las chicas maorís, una danza típica con la ayuda de lo que parecía ser un ponpón. Después de la acelerada clase tuvieron que ponerlo en práctica con una escenografía en el escenario con música incluida.
A continuación tocó el turno de los hombres con la Haka Maorí, típica de los inicios de los partidos de los All Blacks de New Zealand. Así que me presenté voluntario al escenario, y uno de los maorís vestidos para la ocasión nos explicó 4 nociones básicas como sacar pecho, agacharse un poco, cuatro gritos y sacar la lengua... todo ello antes de ponerlo en práctica bailando para el respetable una Haka en directo... jeje
Después cenamos platos típicos maorís, recordando los mejores momentos vividos en el baile de las chicas con Adriana y en el baile de la Haka de los chicos con Emeshing. Los maorís solían cocinar haciendo un hoyo en el suelo y aprovechaban el calor volcánico, o hacían fuego en ese hoyo y cuando las piedras estaban calientes llenaban agujero de agua y el alimento que iban a preparar.
Para acabar con la velada fuimos a una spa ubicado detrás del hotel que se llamaba Polynesian Spa. Básicamente se trataba de 7 piscinas termales a diferentes peraturas a cuál más caliente con las que, según cuentan, te relajas y te mejoran la piel. Sólo sé que al salir teníamos todos un bajón impresionante y las piernas parecían pesar más que nunca. Para rematar la nioche hicimos una cerveza en el bar del hotel a la que nos invitaban por estar en kuna de miel..
Continuará...
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2 comentarios:
Emeshing, ¿dónde están las imágenes de VUESTROS bailes?....;)
Raventos,
Ya te las enseñaré en petit comité...
Saludos desde Bcn
Emeshing.com
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