Esta anécdota no es mía, pero me la ha contado un colega de trabajo y como es muy buena la quiero contar en el blog. Resulta que este hombre iba a coger un avión en uno de los aeropuertos de Chicago, no sé desde cuál de los 5 aeropuertos que hay en esta ciudad del estado de Illinois (Chicago Metropolitan Area, O'hare, Palwaukee, Midway ó Merrill C Meigs). En el control todo el mundo dejaba su lighter, es decir su encendedor, ya que está prohibido viajar en avión con mecheros en Estados Unidos.
Pues bien, cuando llegaron al aeropuertode Kirkenes en Noruega para hacer una escala, él buscó dónde se podía fumar en el aeropuerto. En todo este aeropuerto internacional de Kirkenes sólo hay habilitada una sala para fumadores, y estaba casi totalmente vacía. Como no disponía de mechero, preguntó a algunas personas si tenían fuego, pero como todo el mundo había dejado el mechero en el control de seguridad nadie disponía de light. Finalmente encontró una chica que le dijo que sí tenía fuego, pero que guardara el secreto, ya que viajaba con un pequeño mechero escondido. Gracias al lighter de "contrabando" puedieron fumarse un cigarrillo.
Pero no sólo ellos, al ver otros usuarios del aeropuerto que había gente fumando a través de los típicos cristales de la sala de fumadores en plan pecera, muchos fumadores se acercaron a pedir fuego. En un momento la sala de fumadores del aeropuerto se llenó gracias al fuego de los mismos cigarrillos encendidos, pero sobretodo gracias a que una pasajera anónima se había saltado los controles de seguridad.
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