domingo, agosto 06, 2006

Anecdotas de viajes

En el almuerzo del otro día con compañeros de trabajo, surgió el tema de lo complicado que es a veces coger el transporte público de ciudades que no conoces. Durante la conversación, pensé en hacer este post con mis propias anécdotas que me han pasado en los transportes públicos de otras ciudades:

-Recuerdo que en Copenhagen, después de comprar el billete de tren en el mismo aeropuerto para coger el tren que me llevara al centro de la ciudad, me pasó una cosa curiosa. Yo buscaba cuál era la vía por la que debía pasar el tren correcto, y pensé que el tren que acababa de llegar era el correcto. Entonces al subir pregunté al único pasajero que se encontraba en el vagón si era ese el tren para ir al centro de Copenhagen, y él me respondió que creía que sí. El caso era que se trataba de un tren más parecido al TGV que a un tren de cercanías... pero sí que fue el tren correcto (ver post sobre Copenhagen en Emeshing Blog).

-En la estación de tren del aeropuerto de Shoenefeld en Berlín nos pasó algo parecido, pero más preocupante. Al llegar a la estación nos encontramos atónitos al comprobar que no había ninguna oficina de información, y que la gente se apelotonaba en una cola para comprar billete. Decidimos hacer lo propio después de intentar descifrar mapas indescifrables que había en distintos cartes con horarios y recorridos. En este caso daba la impresión que si te equivocabas de tren ibas a parar a Köln o a Hamburgo, en lugar de al centro de Berlín. En esta ocasión también comprobamos que todo era más fácil en los andenes, y que habían muchas más máquinas expendedoras de billetes (ver post del viaje a Berlín en Emeshing).

-En London nos pasó que un coche nos tenía que recoger del hotel, ya que así lo habíamos contratado en la agencia. Estábamos esperando en la recepción del hotel como 15 minutos antes de la hora acordada, cuando se me ocurrió salir por si había alguien esperando fuera. Pues bien me encuentro a una persona y por casualidad le pregunto si venía a recoger a alguien, y él me dice que ya se iba porque no nos habíamos presentado, que habría mucho tráfico de camino al aeropuerto y que debía salir antes de hora ¿?

-En Roma recuerdo perfectamente que cogimos tres taxis para hacer el mismo recorrido, ya que éramos nueve personas, y 2 de los 3 taxis más o menos tardaron igual y con la misma tarifa, pero en el que iba yo el taxista nos dio un tour dando vueltas y casi nos cuesta el doble... timadores hay en todos los sitios! Aunque puede que todo tuviera una explicación. En la capital italiana sólo pagamos el autobús el primer día, ya que comprobámos que nadie pagaba, así que para que molestarnos¿?

-Donde son más que cívicos es en Sweden, así que allí pude aprovechar una especi de T-Mes para el transporte público de Estocolmo durante los días que estuve, y antes de marcharme de vuelta fui a una estación central para devolver la tarjeta y que me devolvieran la diferencia de lo no gastado. Vés a otra ciudad cualquiera e intenta hacer lo mismo, que te van a enviar a freir espárragos (ver post travel to Stockholm).

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