El pasado domingo apareción en el suplemento de Empleo de La Vanguardia un interesante artículo titulado Las ocho horas más aburridas del día. En él se explicaba la llegada del concepto boreout en contraposición a burnout.
Seguramente conocéis el término burnout, es básicamente como denominan los anglosajones a los trabajadores quemados. Son aquellos trabajadores que han asumido demasiadas responsabilidades o demasiada carga de trabajo y llega un punto en que no pueden llegar a realizar todo sus tareas.
En contraposición llega la palabra boreout, que fue utilizada por primera vez en el libro El nuevo síndrome laboral: boreout por los suizos Philippe Rothlin y Peter R. Werder. Los que padecen este síndrome, que podría traducirse por agobiado, suelen dedicar una media de 2 horas laborales diarias a asuntos personales, aunque trata de fingir que siempre está ocupado con mucho trabajo.
El boreout se basa en:
1. La infraexigencia del trabajador: que podría rendir más de lo que la empresa lo exige.
2. El aburrimiento: en el que entra el trabajador por desgana y apatía.
3. El desinterés: el trabajador no se siente identificado ni con su lugar de trabajo ni con su empresa.
Las causa del boreout hay que buscarlas en:
1. El trabajador escoge un empleo que no le gusta, y por tanto no se siente motivado.
2. El jefe no sabe delegar las tareas, con lo que el jefe acaba estresado y sus empleados acaban con boreout.
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