Es lunes por la noche. Ha llovido todo el día, y parece que no va a parar. Me encuentro en un bar, y no veo el momento de salir. Cada vez que hecho un vistazo por la ventana, da la impresión que llueve con más intensidad.
Finalmente nos decidimos a salir, y a mojarnos sí o sí. ¿Nos habrán querido decir algo los de arriba? De camino a casa, y mientras me voy mojando aunque lleve paraguas, me empieza a gustar la espectacular tormenta que está cayendo.
No es que me vaya a poner a cantar bajo la lluvia en plan I'm singing in the rain, pero sí que paso de renegar por la lluvia a ver que es un día distinto, y que tiene su qué.
No os parece que con días con mucha lluvia y tormentas de este estilo, hace que valores mucho más el clima que acostumbramos a tener. De esta forma parece que tengas que aprovechar mucho más los días que hace buen tiempo. Yo hablo desde Barcelona, pero estoy convencido que mi reflexión es extrapolable a muchos puntos de la geografía desde dónde me leéis.
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