Está claro que durante la pandemia del Covid o coronavirus las empresas, y sus trabajadores sobre todo, demostraron poder trabajar más, mejor y de forma más eficiente en el formato teletrabajo.
Hay empresas que después de la pandemia aplicaron programas más híbridos y flexibles para permitir que sus trabajadores pudieran trabajar desde donde quisieran, pues habían demostrado empíricamente que los resultados eran netamente mejores.
Mientras otras empresas, de forma errónea, han vuelto al paradigma retrógrada anterior en el que sólo se prima la asistencia y el calentar silla, versus los resultados, los objetivos y el trabajo real.
La siguiente tabla sobre el trabjao en la Unión Europea es consultable en la web de Eurostat como Employed persons working from home as a percentage of the total employment, by sex, age and professional status (%)
Pues bien, en este interesante estudio estadístico se ven los países más avanzados en teletrabajo de la Unión Europea, como son Irlanda, Finlandia, Suecia, Luxemburgo, Bélgica y Holanda.
Pero también se ven los países más cerrados y menos avanzados en teletrabajo: Rumanía, Bulgaria, Grecia, Turquía, Hungría, Serbia, Croacia, Polonia, Eslovaquia o Italia.
Mientras España se sitúa en un más que modesto 7,5%, demostrando que se encuentra en los países por debajo de la media del área Euro de 11,3%, y muy por debajo casi 4 veces por debajo de los países punteros.