"Boston alcanzó con facilidad las Finales, pero no sin que un emergente Jordan les mostrase un destello del futuro de la NBA en la primera ronda de los play-offs. A pesar de caer 3 a 0, «Air» Jordan estuvo descomunal, sobre todo en el segundo partido, en el que anotó 63 puntos. Su espectacular actuación dejó una frase de Bird para la historia: «Era Dios disfrazado de Michael Jordan». Consciente de que había asistido al nacimiento de la superestrella del futuro, Bird sintió la necesidad de ganar otro anillo mientras los Celtics todavía eran jóvenes y estaban sanos. Jordan aún no tenía las piezas complementarias que necesitaba para competir por un campeonato, pero Bird sabía que era solo cuestión de tiempo. «Desde el principio la gente decía que Michael no tenía una mentalidad de equipo», sostiene Bird. «Eso era porque no tenía un equipo a su lado.» Magic y Bird no eran los únicos que revisaban las estadísticas de los demás en los ochenta. El joven Jordan tomaba nota cada vez que Johnson conseguía un nuevo triple doble o Bird volvía a capturar 16 rebotes. Los dos estrellas representaban el listón que tenía que superar. «Ellos tenían lo que yo quería: el respeto de toda la liga», explica Jordan"
from "Cuando éramos los mejores" by Larry Bird, Earvin Johnson Jr., Jackie MacMullan, Javier Gómez Vázquez
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