Hoy el despertador no me ha sonado, y he tenido tan sólo un cuarto de hora para ducharme y vertirme, ya que a las 9:30h havíamos quedado para desayunar, hacer el check-out del hotel y irnos al Palacio de Versalles.
Hemos desayunado, hemos dejado las maletas en el hotel, y hemos ido en tranvía hacia la estación de RER (una especie de cercanías a la francesa). Allí una única taquilla electrónica nos ha servido para comprar los billetes de ida y vuelta a Versalles. Esta máquina sólo aceptaba monedas y tarjetas de crédito con chip, nada de billetes... Encima hemos tenido que fraccionar la compra en 3 tandas de 4 billetes, 4 más y luego el billete restante, ya que 4 billetes era el máximo que se podía comprar en la máquina.
En el tren nos hemos encontrado 3 chicas españolas que iban vestidas como si fuera la edad media... y sino mirar la foto... qué frikies!!!
Una vez hemos llegado a Versalles, hemos ido a la oficina de turismo y allí hemos comprado tickets para todo el día al MÓDICO PRECIO de 25€!!! Y es que el fin de semana cuesta esto, mientras que los días laborables cuesta 20€.
Escribo esta crónica desde los descomunales jardines de Versalles. El que más me ha gustado hasta el momento ha sido el salón de los espejos del Palacio de Versalles, que es del todo impresionante. Por cierto, en este salón se han firmado los más importantes tratados de la historia reciente, como el Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial:
Después hemos estado estirados en uno de los muchos espacios que tienen estos jadines de Versalles. Concretamente sobre la hierba, y debajo de un mega-árbol.
Al salir hemos visto el espectáculo de las fuentes que creo tan solo funcionanentre las 15:30h y las 17:30h.
El Sol apretaba de verdad, aunque con el viento que corría no te dabas cuenta, así que la gente aprovechaba para beber unos zumos de naranja que vendían en algunos puntos del jardín.
Llegamos media hora tarde al punto de encuentro por si nos perdíamos o por si nos disgregábamos, como fue el caso. Pero ha habido gente del grupo que ha llegado un poco más tarde, con lo que hemos vuelto minutos más tarde todos juntos a la estación de tren. Justo al llegar a la estación del RER, el tren estaba a punto de salir y nos hemos subido deprisa y corriendo, pero el tren estaba muy lleno. En concreto lleno de bicicletas y de turistas norteamericanos, y eso que el tren era de dos plantas.
To be continued on the last post Paris Project 7
Tweet
No hay comentarios:
Publicar un comentario