Después de la maratoniana jornada en la Expo de Zaragoza fuimos a cenar una carne riquísima por el centro de Zaragoza. El camarero del restaurante fue muy simpático, y comimos bien, todo lo contrario que dentro del recinto de la Expo.
Al día siguiente dejamos el apartamento donde nos alojábamos y nos fuimos a visitar el Palacio de la Alfajería, que no había tenido ocasión de visitar en mis anteriores estancias en Zaragoza.
La verdad es que se trata de una construcción árabe muy bonita, que data del siglo XI, y que actualmente sirve como ubicación de las Cortes de Aragón.
Nos invitaron a comer "las tietas" en su apartamento de Zaragoza desde donde controlan en las alturas parte de la ciudad. La comida fue excelente y la verdad es que fue muy reconfortante después de los palizones de andar y coche durante los últimos días.
Finalmente conducí Zaragoza - Barcelona sin paradas, bueno una para poner gasolina, y sin encontrarnos demasiado kaos para entrar a Barcelona.
Hasta aquí el Zaragoza Project 2008
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