La crónica del viaje Paris Project empiza a las 3:25h de la madrugada cuando la alarma de mi iPhone ha empezado a sonar. Apenas 4 horas de sueño me hacías estar en un estado más bien extraño, que me impedía comer nada para desayunar. Tan solo he bebido un cuarto de Danup de fresas y plátano. Después me he lavado los dientes y la cara, y me he puesto debajo de la ducha pero sin conseguir eliminar los efectos del sueño.
Antes de salir de casa, y aprovechando que iba bien de tiempo, he regado las plantas, pues el geranio igual no aguanta con el calor que hace estos días en Barcelona...
A las 4:10h de la mañana de hoy jueves me ha sorprendido ver gente por la calle, como uno paseando el perro y otra gente que no tiene otra cosa a hacer que estar por la calle... Aunque después la carretera estaba casi vacía.
He llegado 10 minutos antes a la parada técnica prevista para recoger a parte de mis compañeros de viaje: en total 10 personas que nos vamos a Paris. Me he esperado esos 10 minutos mientras desayunaba y, aunque me han ofrecido croisants y ensaimadas, a mi no me entraba nada más que agua.
Ibamos en 2 coches al aeropuerto de Girona - Costra Brava, y el mío ha salido antes, con la pega que me he colado de dirección al salir y al salir para dar la vuelta me he metido en un pueblecito del Maresme en una calle en contradirección. Parecía que ya no llegáramos a la hora al aeropuerto, pero finalmente he podido rectificar la ruta sin GPS al alcance. Encima he tenido que pagar peaje de ida y de vuelta...
Pero para más inri, me he dado cuenta que me había dejado mi mochila negr en el break del deayuno, y suerte que el segundo coche se ha dado cuenta y me la ha recogido... Y es que me he percatado cuando he querido poner en marcha mi TomTom para encontrar la salida al pueblecito donde me había metido.
Después ha venido todo rodado: hemos ido por la A7 hasta Cassà de la Selva, donde se ubica el Aeropuerto de Girona - Costra Brava desde donde salía nuestro vuelo de Ryanair con dirección a Paris Beauvais. El aparcamiento estaba más lleno que la última vez, al ir a Sardinia (Cerdeña). La planta baja estaba full, y para subir a la primera planta tenías que recorrer toda la planta baja en plan tour del parking.
Una vez en el aeropuerto, casi todos teníamos embarque GO con prioridad sin necesidad de facturar maletas, pero un compañero ha tenido que facturar una maleta y le ha costado 25€... es lo que tienen las low cost. Los de Ryanair cobran por todo, pero esta vez la cola con prioridad la hemos podido hacer simplemente habiendo cogido las tarjetas de embarque por Internet.
Por cierto, en este viaje estreno en avión la maleta que me regaló Adriana para este tipo de viajes, y que ya estuve probando al ir a Zaragoza.
Uno de los 10 del Paris Project es la pequeña Adrianita, que se ha quedado muy sorprendida a la vez que entusiasmada al ver que el avión despegaba, no en vano era su primer vuelo.
Post escrito desde el aire en un Boeing 737-800 de la compañía Ryanair.
Sigue las crónicas parisinas en Project Paris 2
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