lunes, agosto 04, 2008

El placer del viajero (by Ian McEwan)

El post que empiezo no es un comentario de un libro, es más bien un "anti-comentario". Mirar que otro libro que me había leído del autor Ian McEwan me había gustado, concretamente Saturday - Sábado, pero en cambio con este no he podido. En las tres ocasiones que lo he intentado, no ha habido manera.

Recuerdo que el libro me lo compré hace ya un montón de tiempo en el FNAC, y me sentí atraído por el título, no en vano soy una persona a la que le gusta viajar. Y sino leer mi post Soñar viajando que publiqué recientemente en emeshing.com.

Pero no he podido con el divagar lento y sin que ocurra nada del autor en este libro titulado El placer del viajero. Y eso que he visto que a otros bloggers les ha gustado este libro, como por ejemplo al que escribe el blog Las lecturas del dilubio.

Esta es la sinopsis que aparece en el libro El placer del viajero en la edición de Compactos Anagrama:
"Esta novela transcurre en Venecia - aunque el autor jamás comete la inelegancia de describir la ciudad, ni siquiera citarla - y, como escribiera Frank Kermode, las novelas situadas en Venecia, por alguna razón, tienden a ser siniestras, como si hubiera algo en dicho lugar que confundiera las expectativas de la ordinaria decencia.
En esta historia de cuatro personajes, Colin y Mary, amantes desde hace varios años, de posición relativamente acomodada, pasan sus vacaciones en esta ciudad anónima, haciendo el obligado turismo y sintiendo ese estado de disociación que a menudo se experimenta en las ciudades ajenas; inhábiles en el manejo de los mapas, se extravían a menudo, pasan gran parte del tiempo en la cama, fumando yerba, haciendo el amor sin excesiva pasión...
Tras conocer a un misterioso italiano, casado con una canadiense, se ven progresivamente envueltos en la relación con esta pareja, que parece estar fascinada por ellos. Los encuentros son agradables, casuales... pero hay en el aire, casi desde el principio, algo amenazador, sofocante, inexplicable. Colin y Mary, súbitamente aislados y vulnerables, son arrastrados hacia algo desconocido, conducidos a acciones y sentimientos más allá de su control.
lan McEwan ha afilado su prosa, admirablemente lacónica, para narrar esta historia y, con la habilidad de un experto torturador, esparce ocasionales migajas de confort, cuando la tensión resulta intolerable, tan sólo para hurtarlas inmediatamente después, en beneficio del horror."


Los siento, pero yo no he podido con este libro las tres veces que lo he intentado, la primera recuerdo que fue en Alicante (ver post Palante comos de Alicante en Emeshing.com), así que mi nota para El placer del viajero (by Ian McEwan) será de un 2 sobre 10.

1 comentario:

Jafuda Cresques dijo...

Pues no pasa nada por dejarte un libro sin acabar, a veces ocurren esas cosas: por los motivos que sean, te animas a comprar una novela que luego acaba resultando lo contrario a lo deseado. Pues nada, a la estantería: ya llegará el momento en que te apetecerá leerlo con más ganas. (Y no, no pienso darle otra oportunidad a Murakami, antes me resigno a Tolstoi o Pasternak, que veas).