Penúltimo post de las crónicas del Cochinchina's Project (continuación del post Cochinchina's Project 16 )
Y llegó el día fatídico en el que toca dejar el paraíso de las Maldives, en que apenas estuvimos una semana, y poner rumbo a casa y a la realidad.
Al levantarnos, hoy más temprano de lo habitual, tomamos un café yo y un te Adriana en la terraza de la habitación viendo la salida del sol.
Luego, para no perder la costumbre nos pegamos un baño e hicimos un poco de snorkeling por las aguas de enfrente de nuestro overwater.
Nos duchamos y nos fuimos a por el último desayuno en el restaurante en plan buffet, donde nos habían reservado una mesa especial. Una de las camareras estuvo preguntándonos qué tal había ido todo, y nos estuvo explicando su origen de Filipinas aunque hacía años que vivía en Madivas y hablaba poco español.
A las 11:30h nos tocaba hacer el check-out con las maletas hechas en la habitación para que se encargaran de llevarlas hasta la recepción. Así que ya me ves a mi sentado encima de cada una de las maletas para poderlas ir cerrando...
Mientras pudimos seguir disfrutando de la playa y una de las piscinas del hotel. El último baño en esta playa, el último en la otra, el último chapuzón en la piscina...
A las 2:30h fuimos a la recepción del hotel para recoger la llave de la habitación de cortesía y una de las maletas, para poder ducharnos y vestirnos para la vuelta a Barcelona.
A las 3:30h nos pasaron a buscar con el mismo yate de la ida, para llevarnos en 45 minutos hasta el aeropuerto de Male , llamado Ibrahim Nasir International Airport, construido en medio del mar con unas peazos plataformas. Como siempre nos dieron agua fresca y buenas atenciones. Esta vez el Océano Indico estaba muy movido y las olas hacían que el yate diera algún que otro golpe. Es curioso como las barreras coralinas protegen de estas olas, ya que en los bungalows y en las playas del hotel el agua era muy tranquila.
Al llegar otro nos recogió las maletas y nos acompañó hasta uno de los dos bares del aeropuerto de Male en Maldivas, ya que era temprano y aun no estaban abiertos los mostradores de Qatar.
De mientras en el bar nos tomamos una Coca-cola Light Adriana, unas patatas fritas, y yo una Fanta Naranja un tanto distinta a lo habitual por 13$. En Maldivas nada es barato.
Cuando anunciaron la puerta de embarque nos dispusimos a hacer una cola para el control de equipaje de mano, que fue tranquilo hasta que llegaron grupos de chinos que se iban de vuelta a Shangai. La que liaron los desordenados, maleducados e impacientes chinos...
Luego hicimos una cola enorme para hacer el checkin con Qatar Airways. Cuando nos tocó, nos hicieron correctamente la facturación de las maletas directamente a Barcelona poniendo DOH y BCN, es decir con escala en Doha.
Por cierto, las dos maletas pesaban 38,5 Kg, así que nos sobraron 1,5kg del nunca deseado sobrepeso. Y es que dos parejas delante nuestro tuvieron que pagar nosécuanto con tarjeta de crédito por
exceder 4,4 Kg de los 40.
Nos dimos una vuelta por el Duty Free del aeropuerto de Male, sin nada a destacar a excepción de un magnet. Curioso que cambiaron todas las teles del EuroSport que emitían los mundiales de atletismo, por Sky News que se limitaba a dar noticias referentes a UK de forma repetitiva y sin interés para los de Madivas.
Luego tuvimos que pasar por otro control de equipaje de mano en el que te pedían poner a parte, ordenadores, móviles, cámaras de fotos y de video... Cuando empecé a sacar los gadgets, el tio me dijo que ya valía y que pasara... Ya tenia suficiente cola.
Desde la terminal andando por la puerta 2 (Gate 2) entramos en el avión Airbus 321 de Qatar Airways que nos llevó de Male (Maldivas) a Doha (Qatar) en algo más de 4 horas.
To be continued on Cochinchina's Project 18
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