"Sin embargo, pese a toda la complejidad de los sucesos acaecidos en la plaza de Tiananmén, el episodio quedaría marcado a fuego en la imaginación del mundo por medio de una sencilla imagen icónica: un hombre solo y anónimo que se plantó en la avenida Chang’an, vestido con pantalón oscuro y camisa blanca, y cortó el paso a una columna de tanques. Fue la imagen que alertó a los lectores de prensa de todo el planeta del alboroto que reinaba en China. La versión más ampliamente reproducida de esta instantánea la tomó Jeff Widener, un fotógrafo de Associated Press que la hizo desde la sexta planta del hotel Beijing, a unos ochocientos metros de allí. La limpia puesta en escena de la fotografía contaba una historia sencilla y furiosa: un individuo valiente ansía la libertad frente a una opresiva dictadura militar."
from "Cabeza de serpiente: Una epopeya oscura en Chinatown" by Patrick Radden KeefeTweet
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