"... el astrofísico pequinés Fang Lizhi, se presentó en la puerta de la embajada de Estados Unidos y pidió refugio. Se había mostrado muy discrepante con el gobierno, y China presionó de inmediato a la embajada para que lo entregara a las autoridades. Pero se quedó. «No tenemos otra opción que acogerlo —escribió Bush en su diario el 10 de junio—, aunque va a ser como meterles el dedo en el ojo a los chinos»."
from "Cabeza de serpiente: Una epopeya oscura en Chinatown" by Patrick Radden Keefe, Eduardo Iriarte GoñiTweet
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