Post continuación del Gold Coast Project 32
Nos habíamos quedado en la visita a la zona histórica o Historic Mile de Philadelphia.
Para acabar de rematar la visita a esta zona de Philadelphia, nos fuimos a comer a Sonny's que nos habían recomendado. Un lugar superauténtico. Pudimos degustar los Philly Steak, ya que pedimos "The Classic" que lleva bistec cortado fino, cebolla frita casi caramelizado y un queso llamado Whiz, muy bueno el bocata!!!. Para acompañar decidimos probar las patatas Whiz Chiz, que estaba deliciosas. Para poder tragar nos pedimos una Fanta y una Coke. Un sitio curioso y auténtico para comer en Philadelphia.
De allí fuimos a una yogurtería para tomarnos el postre. El funcionamiento de este establecimiento era el siguiente: cogías un recipiente grande o muy grande, y lo ibas rellenando a tu gusto con yogurt servido por unas máquinas a modo self service de los expendedores, le añadías los toppings deseados son límite, y a continuación la chica te lo pesaba para decirte el precio en base a las onzas de peso. El yogurt helado estaba delicioso!
Y llegamos hasta el final de Market Street, asíq ue dimos media vuelta y fuimos a visitar la parte del Chinatown donde una enorme y coloreada puerta da la bienvenida a los visitantes. La verdad es que la zona adyacente es bastante chunga, y es que Philadelphia quizá es la ciudad que hemos visto con más vagabundos de las visitadas en este road trip.
Estuvimos recorriendo esta calle que, como su nombre indica, concrega un buen número de tiendas, aunque el centro de esta ciudad no se caracteriza por sus tiendas. Creo que más bien los ciudadanos de esta ciudad son más dados a los Malls, no sólo en Pennsylvania, sino que también al muy cercano estado de New Jersey.
Luego fuimos a ver el City Hall, que se caracteriza por estar abierto y puedes entrar andando por las calles Market Street y creo que es la 14th con túneles para acceder dentro de una plaza interior al ayuntamiento de Philadelphia. Además son muy bonitas las bóvedas y el interior de cada uno de los túneles por su decoración interior.
De camino al hotel se nos puso a llover, circumstancia que nos había respetado bastante hasta la fecha, pero es Septiembre qué más se puede esperar. Así que nos refugiamos en el hotel para ver si escampaba la abundante lluvia acompañada con un viento fuerte.
Pero como seguía diluviando sin parar, aprovechamos para empezar a pareparar las maletas, ya que nos temíamos lo peor en los controles de equipaje a nivel de peso. Así que tratamos de equilibrar el peso del equipaje, sobretodo teniendo en cuentan las 50 libras por maleta a facturar. Las 50 libras equivalen a unos 20 kilos, un poco más casi unos 23 kilos.
También fui al Business Center del lobby del hotel para imprimir las tarjetas de embarque para el vuelo del día siguiente a la noche, ya que sólo están disponibles 24 horas antes del vuelo.
Para cenar nos quedamos en el restaurante del hotel para cenar a base de sandwitches de hamburgesa y una cerveza. Yo me pedí una Yuengling, que no era nada del otro mundo pero estaba bien, y Adriana se pidió una recomendable Samuel Adams Seasonal que es es en motivo del Oktoberfest.
Hasta aquí el post. Más en el Gold Coast Project 34
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