Viene del post London Long Weekend 3
Para cenar quedamos con unos amigos que viven en London desde hace un año y medio. Quedamos en un restaurante Indiana Cuisine que conocían, y que tenía el handicap que estaba al otro lado de la ciudad.
Desde el hotel cogimos la District Line (línea verde) hasta Westminster desde dónque íbamos a hacer transbordo a la Jubilee Line (la línea gris) hasta la estación más cercana al restaurante. Pero, resulta que la linea gris estaba cerrada por obras durante ese fin de semana...
Salimos fuera para poder llamar a mi colega, ya que dentro del metro no había cobertura. Junto a un trabajdor del underground londinense planeamos la alternativa dando una vuelta importante.
Primero retrocedimos una estación hasta Embankment por la District Line, luego allí con la Bakerloo Line (marrón) llegamos hasta el norte desde donde agarrar un Overground hasta la estación de Junction... Pero allí la mujer de la megafonía anuciaba retardos. Y luego anunció más retardos del tren que nos tenía que llevar al restaurante. Finalmente, ni corta ni perezosa, anunció que el tren se había cancelado, que el que llegaría finalizaba en esa estación su recorrido y que no habría más.
Así que, decidimos ir a por un taxi. Fuimos a preguntar al conductor de un autobús cómo llegar a la calle West End Lane, y nos recomendó preguntar al conductor de otro autobús. La autobusera nos dijo de ir a la derecha unos 5 minutos y allí coger el 178...
Pero es que la parada no era precisamente en el centro, ni tan siquiera en un abrrio, era en la nada. La estación de Willesden Junction se trataba de una encruzijada de trenes que había pasado a ser estación más por conveniencia de transbordos que a necesidad real de pasajeros.
Empezamos a andar, y andar, la noche se hacía más oscura, y las pocas personas que nos cruzábamos por la calle eran más chungas. Al fin llegamos a una estación de autobús, pero no era la del 178 ni conocíamos los destinos.
No había ni rastro de taxis alrededor, parecía que tuvieran una orden no escrita por la cual no se acercaban a esa zona de la ciudad de London.
Seguimos andando, y andando, pasando por más estaciones de bus sin que las lineas fueran interesantes ni tan solo conocidas.
Llegamos a una zona un poco más habitada, con unos cuantos bares y allí decidimos quesarnos en una de las paradas de bus. Le preguntamos al único hombre de la parada si sabía cómo llegar a la calle West End Male o a la estación de West Hampstead. El tío se quedó en blanco, miró el mapa que llevábamos y nos dijo que no tenía ni idea. En ese momento empecé a acordarme de la película After Hourds, y de sobretodo cómo se debería sentir su protagonista.
Pero a Adriana se le ocurrió donde conseguir untaxi, y el tio muy amablemente nos acompañó hasta un garito donde pudimos pedir un taxi cab por 10 libras.
Llegamos al restaurante indio y nos lo pasamos muy bien cenando con los amigos. Teníamos muchas ganas de verlos después de un año y medio de no vernos. Fue muy guay podernos ver en horario GMT (Greenwich Time)...
Por cierto, a la vuelta pedimos directamente el taxi para no arriesgarnos a aventuras parecidas...
Las crónicas continúan en London Long Weekend 5
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