Son solo desconocidos

Voy andando por la calle, me voy cruzando con gente extraña, gente a la que no he tenido la oportunidad de conocer, gente a la que quizá ya he visto o con quien me he cruzado en otra ocasión, pero son solo desconocidos. Voy andando por la calle y me paro a pensar lo que hace cada uno con su tiempo.

Ya sé que es un pensamiento gratuito. Pero utilizo unos minutos del tiempo que estoy despierto, para reparar en ello. Tiempo del cual no dispongo para casi nada, bueno sí que busco tiempo debajo de las piedras para poder postear en mi blog.

Pues bien, la gente se dedica a pasear por la calle, desconozco si todos tienen un objetivo en el día o una razón por la cual andar hasta un determinado sitio. O quizá tan solo pasean por el simple gusto de pasear y tomar el aire. Esto es mucho más fácil de preveer si se trata de un parque, de un paseo marítimo o en medio de la montaña, pero es que estoy en plena ciudad, con su contaminación, su polución, el ruido, el tráfico y el ajetreo propio de un día laborable.

La gente va y vuelve, arriba y abajo, a izquierda y derecha, más deprisa o más despacio, cruzando el semáforo en verde, cuzando en rojo o cruzando en diagonal por en medio de la calle y sin utilizar el paso de peatones.

Al final me pongo a pensar y la deducción que saco es que se trata de desconocidos, que quizá algún día llego a conocer o a coincidir en algun sitio y así dejarán de serlo.
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