Os había dejado en Malibú, y habíamos decidido continuar por las playas de Santa Monica. Allí aparcamos pagando dos dólares a base de 1/4 de $ para poder estar aparcados el mñaximo permitido, que son 2 horas (2 $).
El ambiente de Santa Monica es distinto al de Malibú, e incluso al de Santa Barbara. En Santa Monica las playas estan mucho más concurridas, así que aunque son enormes se ve mucha gente (aunque nunca se acaba la arena disponible como pasa los finde en la Costa Brava.
La zona de Santa Mónica es muy conocida poor el parque de atracciones encima de un embarcadero con una enorme noria que aparece como escenario de películas y capítulos de series. La verdad es que es una zona muy turística y concurrida.
Pues precisamente cerca del parque alquilamos 4 bicicletas mountain-bike por 6$ la hora para poder recorrer las playas. Para poder alquilarla dejo mi carnet de conducir a modo de fianza. El recorrido en bicicleta es muy pero que muy bueno, ya que transcurre por un enorme carril bicicleta que transcurre justo después de la arena de todas las playas de Santa Monica.
La que me gusta más de todas las playas que vemos, es la de Venice Beach, ya que me recuerda a las persecuciones que aparcen en las peliculas.... Seguro que os acordáis de alguna escena de esa serie que está protagonizada por unos polícias que recorren la zona de Venice en busca de carteristas.
Hacemos el recorrido por el carril bici que hay junto a la arena de las playas hasta el final, y en el camino de vuelta me dedico a ir sacando fotos sin parar de pedalear... no sé cómo habrán quedado. Eso sí, el paisaje está muy bien con la playa enorme a un lado y el paseo, los parques, el mercadillo, y las casas a primera línea de mar (también hay enormes parkings no tan bonitos pero prácticos.
Según vemos en una placa junto a una caseta en el paseo de Santa Mónica, parece que este es el inicio o final de la conocida ruta 66 que recorre de Este a Oeste los Estados Unidos.
De allí nos vamos al hotel reservado en Los Angeles. Entrar en Los Angeles es muy lento ya que siempre hay carabanas. Así que nos entretenemos en fotografiar los rascacielos del Downtown, famosos por las películas como La Jungla de Cristal u otras que graban en esa zona de LA más barata que NYC. Entrando veo el Staples Center donde juega Los Angeles Lakers de la NBA y Pau Gasol.
Al llegar al hotel Kyoto Grand Hotel & Gardens rápidamente nos vienen los aparcacoches a abrir la puerta y para llevarte el coche a su parking al módico precio de 30$ al día. Así que declinamos su ofrecimiento, aunque no digan el precio, y le decimos que ya aparcaremos el coche en tro lado.
El hotel está muy bien, y parece que está destinado más a un público oriental, en concreto japonés... pero vaya aquí estamos, en un hotel muy chulo ubicado en el Little Tokyo. Llegamos al mostrador y le digo al que nos atiende que tenemos una reserva de una habitación doble. Me dice que tenemos dos camas grandes por habitación, y le pregunto si con una es más barata la habitación, me dice que no que vale lo mismo,así que entonces me quedo con las habitaciones reservadas. La habitación en el piso 15 es muy chula y las camas son enormes... Ah, y tiene 2 botellas de agua grandes Fiji a 5$ cada una dedicadas a uno de los miembros del Siscu Group: Miss Fiji.
Nos duchamos, y nos vamos a dar una vuelta por Little Tokyo. La verdad es que el hotel está justo al lado del Downtown, y esa zona está totalmente desierta. Sólo hay movimiento durante el horario laboral, y como es viernes tarde la gente ya no está trabajando.
En los blocks de Little Tokyo hay un montón de restaurantes japoneses. Entramos en un restaurante especializado en sushi que conoce Miss Fiji, y pedimos unas Sapporos y una serie de platos de sushi y sopa miso. Pues después de servirnos la bebida, un tio bajito pero cachas que aparece de la nada agarra nuestro camarero por el cuello y lo empieza a pegar.
Nos levantamos de las mesas para apartarnos, y un par de tio intentan coger al cachas para aprtarlo pero no hay manera. El tío es un japonés rapado al cero con una camiseta roja, y no para de gritarle en japonés al camarero. Después de haberle hecho sandrar por la nariz y estamparlo contra el cristal, aparecen los cocineros del restaurante y uno de ellos que está más fuerte consigue agarrarlo por el cuello y llevárselo fuera del restaurante.
Yo le digo a uno de los camareros que llame a la policía, pero allí no se mueve nadie. Como la discusión es en japonés no nos enteramos de qué va, pero las ostias eran importantes. Al final Miss Fiji y Miss Adriana prefieren ir a otro sitio, así que pagamos las bebidas y nos vamos a otro local. Los camareros nos piden disculpas, pero creo que ellos no tienen la culpa, deberían haber llamado a la policía para que se llevaran al derojo que estaba como loco.
Así que nos vamos a otro restaurante ubicado en la misma calle peatonal, pero al otro lado. Allí pedimos más para picar y también lo acompañamos con Sapporo pero esta vez en jarra y no en botellas XXL como en el anterior restaurante. La verdad es que la comida japonesa es buena, y más si la zona es tan auténtica y llena de japos como el Little Tokyo de Los Angeles.
Mañana más... esperamos visitar el paseo de las estrellas de Los Angeles, Hollywood, Rodeo Drive...
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