Ayer fuimos con unos amigos a Andorra y, aunque el día no acompañaba mucho, sí que teníamos ganas de pasar un buen rato de compras. Digo que el día no acompañaba porque no paró de llover ni un minuto durante nuestra estancia en Andorra La Vella.
Así que ya nos vés a todos con paraguas en mano, uno para cada uno, y de esta forma tratarnos de mojar lo menos posible. No sólo llovía, el frío también era importante y lo poco que se veía de las montañas, por estar el cielo encapotado, era que estaban nevadas en las cotas más altas.
En la entrada de la mayoría de tiendas te encontrabas con un paraguero o un recipiente que hacía las veces de almacén de paraguas de los clientes. La verdad es que era cómodo dejar el paraguas en la entrada de la tienda, ponerse a mirar, remirar y en su caso comprar, y al salir lo recojías del paraguero para volver a abrirlo e irte a otra tienda.
Este sistema nos funcionó en varias tiendas como en Júlia, G-Star, ... pero al llegar a Massimo Dutti todo cambió. Al entrar dejamos el paraguas en el paraguero ubicado en la parte izquierda de la entrada, y bajamos al sótano para que Adriana y sus amigas se miraran la ropa de la temporada.
Fue curioso porque le comenté a una de sus amigas que, siempre que dejaba el paraguas en un sitio de estos, no las tenía todas conmigo. Me daba la impresión que en cualquier momento me lo iban a chorizar, voluntaria o involuntariamente, pero que igual al volver ya no estaba.
Y efectivamente. Adriana se compró algunas cosas, y en el momento de pagar, vi que el paraguero estaba muy vacío. Entonces me acerqué a comprobar si mi paraguas aún estaba allí, y cuál fue mi sorpresa al ver que ya no estaba, que el ladrón de paraguas también actuaba en Andorra La Vella.
Cuando te roban algo, la impotencia que sientes es difícil de expresar, y la rabia que hace que te roben un mísero paraguas es bárbara. No acostumbro a ser violento, pero me llego a cruzas con el tío que tiene ahora mi paraguas y se lo rompo en la cara...
Fui un rato compartiendo el paraguas de Adriana, hasta que en otra tienda me compré otro paraguas plegable negro por 15€. Así que, mirando la parte positiva de la historia: tengo paraguas nuevo!
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4 comentarios:
Emeshing,
¡Con lo bonito que es compartir paraguas! Todo un símbolo del amor, hombro con hombro protegiéndose la lluvia... :D
a por el ladron del paraguas....
Piensa mal y acertarás, en esos paragueros la probabilidad de que te lo chorren es muy alta. A mi no me gusta dejarlo para nada.
Sobre robos, a mi lo más triste que me han robado fue una botella de agua sin estrenar, fresquita y en verano, todo una tentación de 0,60€. Eso en el trabajo, que tenemos que pasar la tarjeta de seguridad por cada puerta que pasamos.
Roenick,
Después de comprarme el paraguas nuevo ya no lo volvía dejar en ningún paragüero de las tiendas...
PD: Hay mala gente hasta en Andorra, que son 4 gatos.
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