El martes pasado, al volver en metro del partido del Barça-Chelsea de Champions en el Camp Nou, vi a uno de estos carteristas que dan tanta rabia. Estos pickpockets que dan tanta mala imagen de la ciudad, y que en lugar de buscarse un trbajo digno de verdad se dedican a joder al prójimo y sobretodo a los propios turistas que visitan Barcelona.
Cuando llegué a la parada de la línea 3, los seguratas se acumulaban en la zona de las taquillas y los tornos para vigilar que nadie se colara, pero en cambio ni en el andén ni en el metro ni un sólo segurata vigilaba los posibles robos,que son tan frecuentes cuando hay acumulación de efectivos en el metro.
Al bajar las escaleras hasta el andén, el metro se iba, así que tuve que esparar a que llegara el siguiente. En los marcadores de la estación avisaban que el metro tardaría unos 7 minutos. La gente iba llegando del Camp Nou y el andén se iba atestando de gente. Mientras, en los altavoces una voz pedía que la gente se distribuiera a lo largo del andén. Yo me preguntaba si no sería más fácil aumentar la frecuencia de los metros para evitar estas largas esperas y más cuando se trata de horas punta, ya que el partido de Champions del FC Barcelona acababa entonces y sabían perfectamente las aglomeraciones que hay siempre.
Pues bien, llegó el metro y yo calculo que sólo la mitad de la gente que esperaba en el andén pudo subir. Un minuto después, y sin que se pudieran cerrar las puertas de los vagones, aparece un tio con una gabardina en la mano que se hace espacio para poder entrar en el vagón. Al entrar pide repetidas veces que otro pasajero aparte la mano con el que se apoyaba a la puerta, y en el momento de cerrarse la puerta da un golpe al brazo del pasajero para poder entrar mejor.
El carterista está muy activo, y aunque con el "culo pelao" de robar carteras, se le ve nervioso y no estoy seguro de si consiguió el bote esparado: una cartera de alguno de los japoneses e ingleses que nosacompañaban en el vagon. Yo me lo miraba todo des de la parte de los asientos del vagón, sin saber qué decir ni cómo actuar. Justo en la siguiente parada, y después de cambiarse de sitio veinte veces la gabardina, sale del vagón... ¿quién se hace un recorrido de una parada cuando el metro está tan lleno? Estoy comvencido que el carterista se subió al siguiente vagón para conseguir otro botín, ante la pasibidad de los viajeros como yo, y de la inexistencia del personal de seguridad.
¿Para cuando más seguridad en el metro y en las calles?
¿Cuando se llevarán a todos estos cacos a la cárcel para siempre?
To be continued... (ver post "Harto de cacos 2/2")
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