Con cuarenta y cuatro años, no era solo tendera y dueña de un restaurante, sino asimismo una especie de consejera del pueblo en el claustrofóbicamente íntimo rincón de Chinatown donde residía. Era una suerte de banquera, y también algo más. Era lo que los chinos denominan shetou, o «cabeza de serpiente», una especie de agente de Inmigración que cobra grandes sumas por sacar de contrabando personas de China y llevarlas a otros países."
from "Cabeza de serpiente: Una epopeya oscura en Chinatown" by Patrick Radden Keefe, Eduardo Iriarte GoñiTweet
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