"La mayor eyección de masa coronal conocida se inició el 1 de septiembre de 1859, mientras el astrónomo británico Richard Carrington estaba observando y dibujando una gran mancha solar que emitía una considerable erupción con forma de riñón. Esto sucedió casi dos décadas antes de los primeros teléfonos (1877) y más de veinte años antes de la primera generación comercial centralizada de electricidad (1882), de manera que los efectos más notables fueron solo intensas auroras e interrupciones en la nueva y creciente red de telégrafo, que empezó a tenderse en la década de 1840: los cables chisporroteaban, los mensajes se interrumpían o se truncaban de formas curiosas, los operadores recibían descargas eléctricas y se produjeron algunos incendios accidentales. Algunos de los acontecimientos más intensos que siguieron tuvieron lugar entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre de 1903, y entre el 13 y el 15 de mayo de 1921, cuando el alcance de los enlaces telefónicos por cable y de las redes eléctricas era aún bastante limitado, incluso en Europa y Norteamérica, y muy escaso en otros lugares. Pero en marzo de 1989 tuvimos un adelanto de lo que podría causar actualmente una eyección de masa de la corona solar. Aquel día, un suceso mucho menor (lo que se denomina un evento no Carrington) interrumpió durante nueve horas toda la red eléctrica de Quebec, que da servicio a seis millones de personas. Tres décadas después, nos hemos vuelto mucho más vulnerables: basta con pensar en toda la electrónica, desde los teléfonos móviles hasta el correo electrónico y la banca internacional, y en la navegación GPS de todas las embarcaciones, y ahora también en decenas de millones de coches."
from "Cómo funciona el mundo: Una guía científica de nuestro pasado, presente y futuro" by Vaclav Smil, Francesc Pedrosa Martín
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