Un nuevo día en este viaje por Navarra y Euskadi...
Nos levantamos sobre las nueve menos cuarto, para desayunar en un pequeño bar ubicado cerca de nuestro alojamiento. Desayunamos pan tostado con mantequilla y mermelada, zumo de melocotón y café con leche.
Luego fuimos hasta un supermercado Alcampo en la localidad de Astigarraga, para comprar la comida del irlandés...
De allí tomamos dirección a Biarritz, pero en lugar de ir por la transitada nacional de Irún, nos fuimos por la autopista con tres peajes!!! Y es que queríamos llegar en media hora y aprovecha el camino que tardar hora y cuarto detrás de camiones...
Lo curioso del caso es que se me ocurrió meterme en uno de los carriles de cobro Teletac, Telepeaje o ViaT en Francia, y tachán tachán... no se abrió la barrera. Por el interfono me apareció una locución en francés, para luego ponerse una chica que con un poco de castellano me consiguió solucionar el problema, no sin antes disctarle los número de una tarjeta de crédito (NO electrón)
Así pues, consejo para los lectores de Emeshing.com: nunca te metas por un carril de la T en un pejae francés, porque nuestro Teletac o ViaT no funciona!!!
Al salir de la autopista en el desvío de Biarritz había un pollo increible de coches, así que nos lo tomamos con calma para entrar al centro. Como sabíamos de los problemas de aparcamiento, buscamos sitio antes de la zona más céntrica de zona azul y parkings. Y por suerte encontramos aparcamiento en la Avenue Reina Nathalie.
De allí nos fuimos andando hasta el hotel real que preside Biarritz, pasando por una zona muy pija con casas señoriales muy bonitas.
Justo en ese hotel empieza un bonito paseo marítimo al lado de una abarrotada playa con banderas azules sólo en el centro, lo que agolpaba a os bañistas en un mar lleno de olas ideal para surferos.
Después de andar un buen rato recorriendo el paseo, nos quedamos a comer una hamburguesa muy buena con patatas y Coca-Cola para cargar fuerzas y refrescarnos del intenso sol que caía a plomo.
Después de comer seguimos recorriendo el paseo marítimo hasta el Museo del Mar, ubicado después del túnel, para luego llegar hasta una pequeña incursión del paseo en el mar con bonitas vista de Biarritz a ambos lados de la costa.
Al volver nos adentramos por unas bonitas calles comerciales de Biarritz donde disfrutamos del "estilo francés" aun cuendo con "precios franceses".
Gracias al TomTom encontramos el coche, cerca de un supermercado Super Casino, para dirigirnos a Donosti - San Sebastián.
De nuevo fuimos por autopista con sus "bonitos" peajes. No os había explicado que a la ida una de las máquinas de monedas nos timó 10 céntimos de €uro. Pues bien, a la vuelta nos encontramos en la parte de cambio de la moneda 60 céntimos, cuando el cambio que debía devolverme era de 2 a 1,70 €, es decir 30 céntimos. "Lo que el camino te quita el camino te lo devuelve"
Después de algunas vueltas para aparcar en Donosti, nos metimos en el parking de la Kontxa, porque esto de encontrar aparcamiento en esta ciudad es un infierno.
La salida del parking fue espectacular porque daba justo en la parte inferior de la playa de la Concha, justo por debajo del paseo de la Kontxa. Pero es que además se trataba del horario en que hay puesta de Sol. Así en San Sebastián pudimos ver la extraordinaria puesta de Sol.
Para cenar repetimos ir de pinchos por la zona del casco antiguo de San Sebastián. En esta ocasión, La Cuchara de San Telmo también estaba cerrada... pero pudimos degustar jamón de jabugo en todo un clásico Casa Alcalde, con su decoración de posters taurinos.
Después fuimos al Bar Sport, ya que el día anterior nos habíamos quedado con las ganas de degustar el pincho de foie porque se les había acabado... Así pues llegamos y preguntamos al mismo camarero si les quedaba foie, y como nos respondió afirmativamente nos quedamos. Al final pedimos un pincho de foie para cada uno y después uno de entrecot con patatas y pimiento del padrón. El de foie estaba impresionante!!! Por cierto, me encontré con una pareja de Sant Sadurní de Noia en la barra, y resulta que ellos fichaban cada año por el Bar Sport.
Plegamos velas, y subimos al coche para volver a nuestro alojamiento. De camino nos paramos en el Mugaritz, el cuarto restaurante del mundo según el último ranking que colocó al Racó de Can Faves en primera posición.
Las crónicas del viaje a Navarra y País Vasco continúan en Nafarroa Euskadi Project 7 (en Emeshing.com ).
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