Granada weekend 1

Después de trabajar el viernes, recogí a Adriana y nos fuimos pitando hasta el Aeropuerto de Barcelona T1 para coger el vuelo que nos tenía que llevar a Granada de Vueling. Después de aparcar en el enorme parking del aeropuerto, pasamos el control de equipaje en el que la cola era más larga del habitual, y nos dispusimos a hacer tiempo para embarcar.

Así que en el mismo aeropuerto fuimos a buscar algún bar/restaurante para picar algo. Finalmente escogimos el Lizarran, y después de servicio y de la comida "ni fu ni fa" no os lo puedo recomendar, es más os recomiendo que no piséis el Lizarran del aeropuerto de Barcelona!!!

Aunque el avión de Vueling nos estaba esperando, y aparentemente todo el embarque iba en hora (on time), el vuelo despegó con unos 20 minutos de retraso. No sé cómo se lo hacen los de Vueling, pero me da la impresión que cada vez son más estrechos los asientos, haciendo muy incómo sentarse por la corta distancia con los asientos delanteros con lo que no sabes dónde ni cómo colocar las rodillas...

Al aterrizar al Aeropuerto Federico Garcia Lorca de Granada recorrimos andando la distancia entre el avión y la pequeña terminal del aeropuerto, donde nos estaban esperando nuestros amigos para visitar juntos esta magnífica ciudad de Granada.

Fuimos hasta el céntrico hotel NH Victoria de Granada, que sí recomiendo a los lectores de Emeshing.com tanto por su ubicación así como por sus habitaciones y servicio.

Es curioso porque en el hotel te preguntan la matrícula del coche, debido a que el acceso en automóvil a todo el centro de Granada está restringido con cámaras que leen las matrículas y envían las multas automáticamente, a no ser que seas vecino o estés hospedado en uno de los hoteles del centro como era el caso. Creo que es una buena iniciativa del Ayuntamiento de Granada, aunque luego no priorizan en los semáforos a los peatones sino a los vehículos...

Pudimos aparcar en una zona cercana para podernos olvidar del coche durante unos días, pues Granada es una ciudad que se puede recorrer a pie exceptuando algunas ubicaciones como la Cartuja.

Después de dar una vuelta de reconocimiento a pie, fuimos a cenar de tapeo por la calle Navas y alrededores. La verdad es que Granada es una ciudad perfecta para cenar de tapas, porque las tapas que sirven son grandes, aunque tantas cervecitas no sean buenas para la cabeza...
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