Cartas en el buzón

Es algo de lo que no reparo, no me fijo, no le doy importancia. Pero al llegar a casa me gusta mirar si hay cartas en el buzón. Casi que es un gesto que hago de forma mecánica.

La acción de mirar si hay correo en el buzón físico, que no el electrónico, suele ser decepcionante, pero aún así me gusta (no se el por qué). La mayoría de veces o no ha nada en su interior, señal que el cartero no ha repartido o bien que nadie te escribe...

Pero hay veces que comprobar el buzón es peor, cuando vés que sólo hay la propaganda de los que se dedican al buzoneo, o incluso cuando las empresas que se acuerdan de ti no lo hacen para regalarte nada sino para recordarte que te van a sacar unas perras de la cuenta corriente por el servicio que casi ni utilizas.

Otras veces las notificaciones que me llegan al buzón son algo peor. Como la que recibí últimamente de Correos y cuando fui a buscar la receta se trataba de una multa por exceso de velocidad en una carretera... Quizás iba a 80 y el máximo era 50... No me acuerdo bien, pero la multa dolió sobretodo en el momento de pagarla pronto para que me hicieran el correspondiente descuento...

Las mejores son las cartas personales, si puede ser escritas a mano, o las postales de amigos y familiares que viajan por todos los rincones del mundo.

Bueno, tengo una idea de porqué me gusta recibir y abrir cartas, aunque la mayoría sean ruinosas. Creo que es por los sobres de cromos que me compraban mis padres de pequeño para poder completar la colección del album.

Ver también los posts sobre postales que he recibido:
- Postal desde Dubrovnik
- Postal desde Vancouver
- Postal de Turquía
- Postal desde La Palma
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