Resulta que el otro día me encontré a una mujer que conozco de hace tiempo, y que me explicó lo que le acababa de pasar en el supermercado que tengo cerca de casa, que precisamente es el mismo super dónde suelo realizar las compras. A mi entender es más que una anécdota... como diría algún viejo del lugar ¿Dónde iremos a parar?
La mujer estaba bastante nerviosa por lo ocurrido, e intentaré explicar la historia lo más fidedignamente posible a sus palabras:
"Resulta que he ido a comprar al supermercado, y he dejado el carro de la compra en una esquina dónde la gente lo suele dejar para que no moleste. Pues bien he ido haciendo las compras y, al salir para ir a pagar a la caja, he visto como el de seguridad estaba removiendo las cosas de mi carro, como registrándolo. Entonces me dirijo a él para pedirle explicaciones cuando veo que en su mano derecha lleva mi teléfono móvil así (me imita el gesto que le hacia el segurata poniendo la mano hacia bajo para ocultar el móvil que sujetaba). Entonces le dije que el móvil ese era mío y que no tenía porqué cogérmelo y me ido. Pero ahora cuando se me pase el enfado y los nervios voy a ir a hablar con el encargado. O echan al tío o voy a poner una denuncia".
Yo me quedé con la boca abierta al escuchar lo que le había pasado. Por la descripción que me dijo, creo que es el mismo segurata que suele haber en el establecimiento. Justamente pusieron un segurata después de que hubiera un atraco, pero incluso con un empleado de seguridad se produjo otro atraco a las cajas registradoras.
Ya hace unos meses que todo estaba más calmado, pero ahora veo que el que realiza pequeños hurtos a los clientes es precisamente el propio segurata, que precisamente es el encargado de que no sucedan delitos dentro del establecimiento comercial. Es asombroso! ya no te puedes fiar ni de los empleados de seguridad...
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