Estábamos cenando en un restaurante, des esos en plan fashion, cuando una de las chicas se pone a reír casi hasta el punto de llorar. Entonces le pregunto qué le hace tanta gracia... resulta que se había dejado colgando los peazo etiquetas del top-camiseta que estrenaba:
Le puede pasar a cualquiera...
PD: Cómo véis el top estaba de rebajas.
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1 comentario:
Yo hubiera comprobado que no se hubiera dejado también la etiqueta en la ropa interior.
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