Viene del post-crónica titulado Loire Project 6 en Emeshing.com
Nos levantamos más o menos a la misma hora que siempre para hacer nuestro último desayuno en el hotel cercano a Tours, ya que hoy debíamos levantar anclar para fijarlas en otro punto del mapa. El desayuno en el hotel fue bueno, como en el resto de días, vaya que tampoco variaba mucho.
Cerramos las maletas y tomamos rumbo a Poitiers por la autopista. El tráfico en la autopista francesa de pago y con tan solo dos carriles era imposible. Además debimos parar para poner gasolina, y las estaciones de servicio y áreas de descanso estaban saturadas de gente.
Pasado Poitiers, acertamos en desviamos por una carretera sin peaje, que en principio tenía menos recorrido que la autopista, y por suerte el tráfico que tenía era mucho mejor.
Comimos en una estación de servicio de carretera a base de bocatas hot-dogs y refrescos, para poder llegar a una buena hora a nuestro siguiente destino: Burdeos y Saint Emilion.
Dedicamos precisamente la tarde a visitar este bonito pueblo llamado Saint Emilion que se enmarca en un paraíso rodeado de viñedos.
Recorrimos todo el pueblo de Saint Emilion, salvando algunas cuestas con adoquines imposibles, para finalizar el paseo cenando en la plaza de la iglesia monumento a base de comida típicamente francesa y degustando un vino rouge de Saint Emilion. Además una chica nos amenizó la velada con su bonita voz con unas buen canciones escogidas del repertorio más actual de Sting, Bruce Springsteen, ...
Concretamente la fabulosa plaza con un encanto especial se llama Plaza de la Iglesia Monolítica de Saint Emilion, o Église monolithe de Saint-Émilion.
Y hasta aquí lo que se daba!
Este post tiene su continuación en Loire Project 8
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