Continuación del post Entre Copas Project 3
Al salir de la visita y cata de Viñas del Vero, por cierto muy recomendable, nos fuimos a Barbastro con la intención de dar con un restaurante brasería que nos recomendó la guía de la visita. Pero finalmente no dimos con el restaurante, así que nos fuimos, no sin antes dar unas vueltas por Barbastro hasta perdernos.
Tomamos rumbo hacia Huesca donde, al llegar, buscamos el centro para aparcar el coche en una zona azul donde los sábados ya no debía pagarse a partir de las 14h. Comimos en un restaurante de menú de 15€uros donde precisamente nos sirvieron vino de Viñas del Vero, un joven crianza muy rico.
Al acabar de comer pusimos en el TomTom la localidad de nuestro próximo alojamiento: Casalarreina. Durante unas 3 horas estuve conduciendo hasta Logroño por la AP68. Llegando a Logroño, en concreto a poco más de 36km, apareció la alerta en el coche de la reserva del depósito, con una autonomía aún de 70km. Justo en ese momento un cartel anunciaba una gasolinera a 1km y otra a 36, así que decidí esperar a la siguiente.
Pero es que avanzando la autonomía que anunciaba el ordenador a bordo se iba reduciendo mucho más rápido que los kilómetros avanzados. De esta forma llegamos a 10km de autonomía cuando aun no estábamos en Logroño. Yo ya me veía con el coche sin gasolina y andando por la autopista lloviendo a buscar una botella de gasoil. Pero poco después, y aun con los 10km de autonomía, llegamos a la gosolinera Petronor de Logroño.
Pasamos Logroño y llegamos a Casalarreina, donde el TomTom GPS nos indicaba por unas calles que se ve han pasado a ser peatonales y están protegidas por pivotes. Así que dejamos el coche lo más cerca posible y nos acercamos andando a la Hospedería Señorío de Casalarreina, ubicada justo al lado de la iglesia o catedral del pueblo. Nos tocó la habitación número 13, qué mala suerte, que estaba equipada con una espectacular bañera-jacuzzi y estaba ubicada en la última planta con unas ventanas en el techo muy chulas.
Decidimos bañarnos y quedar horas más tarde para ir a cenar. En concreto fuimos a cenar a un restaurante muy chulo de Casalarreina llamado Restaurante La Vieja Bodega donde me comí un carpaccio de solomillo de primero, y luego de segundo unos tacos laminados de buey. Todo ello regado por un excelente Ramon Bilbao, un rioja de edición limitado escogido por Jafuda Cresques. De postre un sorbete de matacuyá.
Escribo es post desde la habitación número 13 de la Hospedería Señorío de Casalarreina, después de pegarnos un peazo de cena. Bona nit!!!
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