El Madrid Weekend empezó con un despertador a las 4:30h de la mañana, un desayuno rápido, una ducha, cierre de maletas y taxi al aeropuerto de Barcelona T1 junto con Adriana.
En Iberia nos indican que necesitaremos DNI porque se trata de un vuelo internacional ¿¿?? Resulta que nuestro vuelo luego se dirige a Sao Paulo (Brasil) así que debemos hacer el control de pasaportes como si fueramos brasileños o como si saliéramos del país...
Llegamos a la T4 de Madrid, y debemos coger un trenecito de la T4 Satélite hasta la T4 para recoger las maletas. Nuestro amigo SatanásCorPetit nos vino a recoger muy amablemente, y nos llevó hasta el campamento base ubicado donde las empanadillas: en Móstoles. Por cierto, vaya campamento más chulo!!!
Desayunamos de lo lindo, y nos dirigimos hacia el centro de Madrid para visitar el Palacio Real con un sol de justicia y los Jardines Sabatini, donde se preparaban para un concierto. También visitamos la Almudena, que debe ser de las catedrales más modernas de España.
Luego nos fuimos hasta Sol, punto de origen de todos los kilometrajes de carreteras nacionales, y actual sede de los indignados. Paseamos por la zona de Preciados, invadida por Corte Ingleses y similares, donde aproveché para comprarme una gorra para protegerme de un sol que empezaba a hacer mella.
Como aperitivo una cervecita con olivas en una terraza, y luego quedamos con Converse Girl en Casa Labra. Por cierto, en este bar se fundó el partido socialista, y nosotros aprovechamos para tomar un taco de bacalao y unas croquetas con unas cañas.
Luego para comer fuimos hasta La ideal para comer un excelente y típico bocata calamares con otra cervecita.... ah no, me tomé una Pepsi para refrescarme del calor que azotaba las calles madrileñas.
Para acabar de rematar la comida, fuimos hasta el Mercado de San Miguel para acopiarnos de unas lonchas de jamón de bellota, unos vermouts de Reus y un pinchos de olivas con boquerones para comerlos en este curioso mercado madrileño caro pero recomendable.
Luego fuimos paseando hasta los jardines de Rosales, donde las flores palidecían debido a la calor extrema (mejor una visita a estos jardines en fechas primaverales).
A continuación nos subimos al teleférico de la Casa de Campo para disfrutar de las vistas de Madrid y del parque más grande la capital del reino. Por cierto, ¿sabíais que la Casa de Campo no tiene casa sólo campo? La verdad es que La Casa de Campo es espectacularmente grande, tanto que traspasa las "fronteras" de la Comunidad de Madrid y llega hasta otras comunidades de España.
Para finalizar el día nuestros magníficos anfitriones nos prepararon una excelente cena a base de gazpacho y un estupendo salmón.
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