Me fui a dormir temprano, justo después de quedarme con la boca abierta al ver el inesperado baño del Milan de Kaká al todopoderoso Manchester United de Christiano Ronaldo y Rooney. Pero no sirvió de nada, pues poco antes de las 2h de la madrugada el ruido de unas obras en la calle me despertaba cortándome el necesario sueño.
Y es que a las 5:30h me sonaba el despertador, tenía que irme temprano al aeropuerto. Mientras me afeito me entero que han detenido a la Pantoja sdurante la noche en su mansión marbellí dentro de la operación Malaya, y que el debate entre los dos candidatos franceses a la presidencia fue más movido de lo habitual.
Esta vez voy en coche hasta el aeropuerto, y el tráfico a esas tempranas horas de la mañana ya empieza a estar complicado. En el aparcamiento de la terminal C del aeropuerto de El Prat (Barcelona), el cartel de muy lleno sólo aparece en la planta 0 y la 2. Yo aparco en la 1, y luego me entero de la razón, son las dos únicas plantas con acceso directo a la terminal de el Puente Aéreo de Iberia. Por cierto, vaya cochazos en este aparcamiento, BMWs, Audis, un Mercedes Compressor justo destrás mío, y un Porsche Cayenne que aparca a la vez que yo en la fil delantera.
La cola para el check-in no asusta, pero todas las máquinas para el auto-check-in están full. La chica que me atiende es más rápida que nunca, así que voy directo al control de equipaje. A la mujer que va delante mío le llaman la atención, y le hacen sacar el portátil de la maleta que lleva.
El asiento lo tengo en un vuelo que está a punto de salir, así que pospongo el desayuno para el aeropuerto de Madrid (después vería que había sido un error). Hojeo el Avui y La Vanguardia, y me aislo del mundo exterior leyendo Una Breve Historia de Casi Todo. Pero de vez en cuando vuelvo a la realidad con los movimientos extraños que realiza el tío que está a mi lado: empieza a leer y se duerme, entonces se despierta y parece que se asusta reaccionando de forma compulsiva y sin sentido. Vuelve a leer acercándose a un centímetro del periódico y vuelve a dormirse... que tío más raro!
Al llegar a la terminal T4 de Madrid me voy directo a mi cafetería habitual para pegarme un buen desayuno, y cuando estoy empezando me doy cuentaque he olvidado de pedir el ticket. Me levanto a pedirlo y la mujer dice que lo ha tirado, que no me puede hacer un duplicado, y se pone a buscarlo en la basura hasta que por fin da con él. ientras desayuno observo a dos madres con sus hijas bastantes pijas, y una periodista con un micro y una cámara que parecen prepararse para una conexión en directo (luego sabría el porqué).
Cuando acabo me voy hasta la parada de taxi y el gentío es acojonante. La cola para coger un taxi nunca había sido tan bestia! Zigzaguea para ir acumulando la gente en el espacio poco ancho que hay. Se nota que como ayer miércoles fue fiesta en Madrid, y el Martes en toda España, todo el mundo ha decidido como yo pasarse por Madrid el único día más o menos hábil de la semana: hoy jueves.
Calculo que he perdido entre media hora y tres cuartos de hora en esta maldita cola de taxi, pero es que además de soportar la cola he tenido que soportar a los que se cuelan. En el minuto 1 de la cola un hombre se ha puesto disimluadamente al lado de la chica que llevaba delante, ya al cabo de un rato ya lo tenía delante. La verdad es que no le he dado importancia. Pero me ha fastidiado que a su vez un matrimonio mayor cargado de maletas se colara delante de este hombre. Hasta allí bien, pero cuando he visto que se iban a colar otros, he dicho algo en voz alta y me he ido flechado para ponerme detrás de la chica original. Así que he conseguido que ningún capullo se colara más!
To be continued... ver post Madrid fugaz (2/2)
Tweet
No hay comentarios:
Publicar un comentario