"Pero Chan era una periodista china que trabajaba en Chinatown, algo que agravó la aparente transgresión de haberle faltado al respeto a la venerable Hermana Ping y que dejó a Chan en situación vulnerable en un barrio donde cargarse a otra persona china era, como había dicho Ah Kay, «como matar un perro o un gato». Chan denunció la amenaza a la policía, y el Daily News le puso guardaespaldas las veinticuatro horas del día. Dougie"
from "Cabeza de serpiente: Una epopeya oscura en Chinatown" by Patrick Radden Keefe, Eduardo Iriarte GoñiTweet
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