"El desafío consistía en garantizar que la humanidad pudiera obtener suficiente nitrógeno para mantener su crecimiento. Esta necesidad la explicó en 1898, con claridad, el químico y físico William Crookes a la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia en su discurso presidencial, dedicado al llamado «problema del trigo». Advirtió de que «todas las naciones civilizadas corren el riesgo de no tener suficiente para comer», pero apuntaba una solución: la ciencia podía utilizar el prácticamente ilimitado nitrógeno de la atmósfera (presente en forma de la no reactiva molécula N2) para convertirlo en compuestos asimilables por las plantas. Concluyó con acierto que este reto «se diferencia materialmente de otros descubrimientos químicos que están, por así decirlo, en el aire, pero aún no han madurado. La fijación del nitrógeno es vital para el progreso de la civilización. Otros descubrimientos se ocupan de aumentar nuestro bienestar intelectual, nuestro lujo o nuestra comodidad; sirven para hacer la vida más fácil, para acelerar la adquisición de riquezas o para ahorrar tiempo, salud o preocupaciones. La fijación del nitrógeno es una cuestión del futuro inmediato»."
from "Cómo funciona el mundo: Una guía científica de nuestro pasado, presente y futuro" by Vaclav Smil, Francesc Pedrosa MartínTweet
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