Al llegar al Aeropuerto de Philadelphia o Philadelphia International Airport (PHL) empezamos la gincana para poder hacer el transfer con el vuelo que nos llevaría a Chicago.
Primero tuvimos que recorrer un montón de pasillos hasta llegar al control de inmigración con una cola de escándalo. Es curioso ver como los ciudadanos y residentes americanos también deben hacer cola, aunque sea otra y parece que va más rápida.
Finalmente nos tocó y nos preguntaron en inglés: ¿Cuál es el motivo del viaje? ¿Con qué compañía han volado? ¿Cuáles son sus profesiones? ¿Cuál es la duración del viaje? ¿Qué recorrido va a realizar?. Después nos tomaron las huellas dactilares de ambas manos y la foto de rigor. Nos selló los pasaportes y nos deseó buen viaje!
Al llegar a la zona de equipajes, nuestro "carrousel" de los baggage ya estaba parado, y las maletas las habían dejado en el suelo, debido al tiempo que habíamos estado en la cola de inmigración. Recogimos nuestas maletas y nos fuimos hasta la zona de transfers, donde nos preguntaron el destino y nos recogieron la maleta.
A continuación tuvimos que pasar un nuevo control de equipaje de mano y pasaporte. Esta vez el control era un tanto más caótico de lo habitual, hasta que abrieron más zonas para despejar la cola que se empezaba a formar. Por cierto, en este control a diferencia del de Barcelona, te hacía sacar los zapatos y sacar los portátiles o iPads fuera de la funda.
Después de toda la gincama, andamos por dos terminales del Philadelphia International Airport hasta llegar a la Terminal C, donde nos esperaba nuestro vuelo Philadelphia-Chicago. De camino en el mismo aeropuerto de Philadelphia vimos a Toni Elias, que ese finde semana había disputado el GP de Indianapolis de Moto GP.
Al llegar a nuestra puerta de embarque para el vualo a Chicago, prové con el iPhone a ver si cazaba Wifi, y bingo!!! había Free Wifi by AT&T, así que pudimos "twittear" y "whatsappear" hasta la salida del vuelo.
El vuelo de apenas hora y tres cuartos lo hicimos en un Airbus, creo que un A320. En el vuelo sólo nos sirvieron una bebida... A diferencia del anterior vuelo, este no tenía pantalla ya que se trataba de un vuelo doméstico. Así que no pude jugar al Chess, ni ver ninguna peli.
Y por fin llegamos a Chicago, concretamente al Chicago O'Hare International Airport (ORD). El aeropuerto estaba bastante lleno de gente esperando la salida de sus vuelos. Siguiendo las indicaciones de "Baggage Reclaim", llegamos hasta una especie de plaza intersección de un montón de salidas y en varias de ellas salía lo de Baggage. Escogimos una erróneamente, ya que se trataba de la recogida de equipaje sólo para la compañía United Airlines, símbolo que me recordó a la película de Leonardo di Caprio "Catch me if you can" o "Atrápame si puedes".
Finalmente llegamos a encontrar la zona de recogida de equipajes de nuestro vuelo US Airways, y esta se ubica en el piso de abajo, justo a la altura de los taxis.
Con el equipaje en mano, bueno sobre ruedas, cruzamos la zona de los taxis hasta llegar a la zona de Rental Cars. Justo al llegar vimos un autobús de Dollar y le hicimos señas para que nos recogiera. El hombre de unos 50 años y con el pelo largo y blanco con su gorra, nos ayudó a subir las maletas y se dirigió a toda leche por las distintas terminales del aeropuerto de Chicago O'Hare hasta la zona de coches de alquiler ubicada en el quinto pino.
Allí dejamos el equipaje en la puerta de la caseta, y una chica nos atendió para el alquiler de nuestro coche. En Dollar hacen una tarea de negociación para que te lleves algún seguro extra de asistencia y upgrade de coche. Así que nos llevamos un fantástico Dodge Avenger que será nuestro vehículo para todo el Gold Coast Project 2012.
Hasta aquí la tercera crónica del viaje. To be continued
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