Continuacion de los posts de la crónica de Emeshing por Vietnam...
Nos despertamos temprano para aprovechar el día, aunque ayer me fui a dormir sobre la 1:30h con Adriana ya rendida en la magnifica habitación del hotel Morin Saigon de Hue.
Fuimos a desayunar, y nos pegamos la comilona padre... Para variar. Dulce, salado y fruta.
Empezamos el día con un paseo en barco desde el muelle de Hue por el río Perfume hasta una pagoda al lado del rio. Como curiosidad decir que el suelo que pisábamos en el barco estaba hecho con planchas
ligeras de aluminio que los americanos se llevaron a Vietnam para la segunda guerra mundial para poder aterrizar los helicópteros. Y es que en Vietnam hay mucho barro en la epoca de lluvias, y sin las planchas
los helicopteros se hundian.
El barco nos llevó hasta la Pagoda de Thien Mu, que actualmente es tanto icono de Vietnam como simbolo de Hue. La pagoda tiene una espectacular torre ortogonal de 21 metros de altura llamada Thap Phuoc Duyen, que tiene 7 pisos de altura cada uno dedicados a un manushi-buda, es decir buda que apareció bajo forma humana. La Pagoda se construyó en 1844 bajo el reinado del emperador Thieu Tri.
Luego fuimos por carretera hasta la Ciudadela de Hue (Kinh Thanh), enmurallada por 2m de grosor y 10km de longitud, a la orilla del río Perfume. Tiene 3 partes rectas, y una ligeramente curva siguiendo el
curso del río. La empezó a construir el emperador Gia Long en 1804 en la zona donde sus expertos en geomancia le indicaron.
Al estar rodeada de fosos con agua, la ciudadela sólo es accesible a través de sus 10 puertas. Como rasgos caracteristicos de la ciudadela comentar los 9 cañones sagrados que se reparten 5 y 4 en dos puertas,
la torre de la bandera con la bandera de Vietnam siendo el asta más alta del país, y que en su interior se haya el recinto imperial.
El recinto imperial es una ciudadela dentro de la ciudadela que incluye la residencia del emperador y los demás edificios del estado. Visitamos los palacios, los que quedan originales, y los que han reconstruido.
La verdad es que la ciudad en la que vivían los emperadores estaba muy bien, y eran exagerados los lujos de cantidad de chicas y tambien de chicos eunucos con las que contaban.
Para comer fuimos a un restaurante vietnamita en el que probamos un poco de todo.
Resulta que esta dinastía tuvo 13 reyes, de los cuales sólo de 9 se conservan las tumbas. Asi que por la tarde fuimos a visitar dos de las más bonitas.
En la primera de las tumbas, la tumba de Tu Duc, se combina el paisaje con los edificios en un recinto de unas 120 hectáreas. El emperador era muy romántico y poeta, le gustaba escribir poemas viendo a sus
concubinas en barcas en el lago.
Resulta que se medía lo poderoso que era el emperador segun el número de esposas que tenía, así que no paraban de traerle chicas cuyo tiempo estaba medido por un eunuco que cada hora le cambiaba la chica. hubo emperadores con más de 100 e incluso con hasta 500 esposas.
La segunda tumba que visitamos fue la de Minh Mang, una tumba muy majestuosa y bonita. Tenía algunos puntos en común con la anterior, como los mandarines en plan guardianes que custodiaban la tumba junto
con caballos. Todo el edificio era como de hormigón o piedra oscura, mientras que arriba del todo el edificio estaba decorado de forma muy recargada pero bonito.
Luego pasamos un momento por el hotel para refrescarnos, y seguidamente cruzamos el puente francés construido por Eiffel para llegar al otro lado del rio Perfume con unas vistas impresionantes!
Llegamos hasta un mercado muy grande tipico, con no demasiado turismo, en el que se puede apreciar el tipo de género y cómo lo manejan. Quedamos impresionados con la variedad de comida, pero a la vez de su falta de higiene... Nos pensabamos que estabanmos en otro pais como India.
Luego fuimos a un bar llamado Why Not de la zona de restaurantes al otro lado de la ciudad. Alli nos bebimos una cerveza conversando con el camarero a quien le gustaba el Barça y desconocia el fichaje de
Cesc Fábregas. Mientras en las teles emitian el partido de la premier entre Arsenal y Liverpool.
Para cenar no fuimos a Le Carambole sino a otro llamado Le Caramel, y cenamos bien a base de comida vietnamita más customizada para turistas.
Despues de cenar nos volvimos al hotel, y en el patio de estilo colonial nos tomamos una copa conversando y escribiendo alguna postal.
Luego me puse a escribir este post en la cama de la enorme habitación, pero me quedé dormido a media cronica. Al dia siguiente terminé la crónica desde Hue.
Emeshing desde Hue
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