Al salir del restaurante The Red Flame, paseamos cerca de Times Square, que antes visitamos de noche, y de día es una zona comercial más. A continuación cogimos el metro con las compras del día a cuestas.
Un comentario sobre los supermercados: en los norteamericanos venden de todo, incluso medicamentos para los que nos automedicamos como yo para resfriados y dolores de la cabeza... Hoy mismo entramos en un Duane Reade, que viene a ser una mezcla de supermercado, droguería y farmacia, todo en uno y a lo grande. Pues bien, en estos sitios puedes comprar las medicinas que quieras, o casi todas ya que algunas las venden sólo con receta médica.
También decir que en NYC se celebran un montón de eventos en la ciudad. Por ejemplo, durante estos días en los que estamos en New York se está celebrando el US Open'08 en Flushing Medows, el otro día se celebró el día de Brasil en la 6th Avenue, el día 4 se celebrará un concierto público en medio la calle con motivo del inicio de la NFL 2008-2009 con Usher, Keith Urban y Natasha Bedingfield.
Incluso hoy, paseando por el bonito parque del Bryant Park vimos que se va a celebrar en pocos días la Fashion Week de New York. Veo que és difícil aburrirse en esta ciudad, aunque se requiera pasta para poder sobrevivir.
Por cierto, sabía que el Bryant Park era muy bonito y recomendable por el post Bryant Park de Blog & The City. Pues se trata de un parque fantástico en el que muchos neoyorquinos aprovechan algún rato libre para pasarse.
Han puesto todo de mesas y sillas esparcidos por el parque para que la gente disfrute tranquilamente, o como ellos dicen enjoy. Además de los bares que ofrecen bebidas y comida, los del HSBC han puesto unos mostradores con libros para que la gente se ponga a leer en el Bryant Park. Además vés a gente comiendo, charlando, escuchando música con su iPod, o incluso navegando o escribiendo posts en su MacBook.
Por la noche decidimos aprovechar el Gift Card que nos habían entregado al realizar el checkin el primer día al llegar al hotel. Pero fue más difícil de lo que era previsible. Primero subimos al Penthouse del hotel, donde había una espectacular azotea con vistas increíbles a esa zona de Manhattan. Nos sentamos en una de las pocas mesas libres y preguntamos si era válida la tarjeta antes de pedir nada. La chica nos dijo que iba a consultar con su manager, y al volver nos respondió que no, que esa tarjeta sería válida en el restaurante ubicado en el lobby del hotel, es decir en el ubicado a bajo.
Así que bajamos en ascensor hasta la planta baja, entramos en el restaurante Serafina, un restaurante italiano muy chic tanto por su diseño como por sus comensales. Había cola para pedir mesa, así que esperábamos poder encontrar mesa libre. Cuando nos tocó, pedimos mesa para dos, y entonces una vez sentados preguntamos pregunté por la validez de la Gift Card en ese restaurante. La chica lo chequeó con el manager, y nos comunicó que tampoco era válida en su local.
Así que nos levantamos y nos fuimos a la recepción del hotel, para reclamar que la tarjeta regalo era un timo. Entonces una encargada del hotel bonita pero con carácter nos dijo que no podía ser, y que la acompañáramos al restaurante Serafina. Allí le pidió a la chica que nos diera de nuevo mesa, y se estuvieron discutiendo un buen rato ella y la manager del restaurante.
Se impuso la encargada del hotel, ya que luego vino la manager del restaurante con otra tarjeta del propio restaurante Serafina de 100$. Cenamos bastante bien en ese restaurante a base de aperitivo, vino americano, carpaccio de salmón y atún, carpaccio del ternera, pasta y de postre un helado de vainilla con café.
Esto es todo por hoy, mañana os cuento más. Emeshing desde New York, New York...
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