Esta mañana Adriana y yo desayunamos en el Metro Café, mientras leíamos el The New York Times. Al salir del café, recorrimos parte de la 6th Avenue, y nos paramos en una tienda enorme en plan alta gama de papelería, con un montón de tarjetas de felicitación, cartas y sobres de todos los gustos, colores y diseños.
La tienda de nombre Kate's Perie dejó boquiabierta a Adriana, con lo que irremediablemente entramos y compramos. La verdad es que lo que no encuentres en New York, casi puedes decir ue no existe...
Luego seguimos bajando por la Sexta Avenida hasta la calle 47, o 47th Street. Esta zona es la llamada Jewelry District, porque en ella se aglutinan gran cantidad de joyerías en las que comprar y vender oro, diamantes y otras joyas o piedras preciosas. Los precios eran bestiales, y es que se trataba de diamantes por todo lo alto. Pero deberían tener mucha clientela porque estaba lleno.
La anécdota fue que mientras íbamos recorriendo los escaparates mirando la gran cantidad de diamantes por centímetro cuadrado, los de las tiendas te iban diciendo cosas para que entraras o simples gestos para que fueras a su tienda. Pues bien, un simpático dependiente nos ha preguntado si éramos italianos, luego ha visto que se podía dirigir a nosotros en castellano, así que ha dicho que si queríamos algo. Adriana le ha contestado que sólo estaba soñando, y entonces él le ha respondido que él sólo estaba vendiendo...
Al salir del Jewelry District bajamos hasta la calle 40, y de allí nos dirigimos hacia el Oeste, es decir hacia el West de la Quinta Avenida. El motivo no era otro que coger un barco para dar una vuelta a la isla de Manhattan y ver la Estatua de la Libertad. Y es que la parada de la Circle Line se ubica en la 42th West con el Hudson River.
La zona previa al muelle es un poco desértica, pero alli vimos Pachá, la famosa discoteca de Ibiza también está en NYC, e incluso un club privado llamado Penthouse....
Una vez llegamos a la parada de la Circle Line, al final de la 42nd Street, compramos los billetes para el barco que va hasta la Estatua de la Libertad con un recargo de 2$ por persona debido al aumento del precio del fuel.
Para hacer tiempo, decidimos ir a comer algo. Buscamos por esa zona, y al final encontramos un local desde donde escribí este post en mi Moleskine. La verdad es que el sitio está sorprendientemente bien para comer, tanto el sandwitch de pollo con salsa barbacoa y jalapeños que me comido yo, como el cream corn que se ha tomado Adriana estaban muy buenos.
En muchos lugares te preguntan ¿Where do you come from? ó "¿De dónde sois?". Yo respondo de Barcelona, y el del restaurante de hoy al escuchar Barcelona respondió: "Very cool!!!".
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